Cataluña

Los barones piden que Iceta explique su pacto con Unió en el Comité Federal

El PSC restringe la presencia de Sánchez en la campaña del 21-D por su apoyo al 155.

Pedro Sánchez y Miquel Iceta en un acto de campaña en 2015
Pedro Sánchez y Miquel Iceta en un acto de campaña en 2015larazon

El PSC restringe la presencia de Sánchez en la campaña del 21-D por su apoyo al 155.

El PSC hará gala de su autonomía respecto al PSOE en las elecciones del 21-D. Además de marcar distancias con la dirección federal por el apoyo a la aplicación del 155 en Cataluña, la decisión de sumar a ex miembros de Unió también ha dado muestra de que los socialistas catalanes vuelan en solitario en lo que se refiere a la estrategia electoral. Aunque fuentes del PSC reconocen que el contacto con Pedro Sánchez es constante y estaba al corriente de estos movimientos, otros estratos del partido –a nivel territorial– no conocían sus intenciones y demandan que éstas se expliciten en el próximo Comité Federal del partido, que se celebrará este sábado y en el que Iceta tomará la palabra precisamente para dar cuenta de los fichajes de su lista para los comicios. A pesar de que el PSC cuenta con autonomía para articular sus candidaturas, la comisión bilateral que creó con el PSOE –para resolver la crisis que surgió a raíz del desacato de los diputados catalanes en la investidura de Mariano Rajoy– concluyó que «la celebración de acuerdos de gobernabilidad, la política de coaliciones, pactos y alianzas electorales será analizada y consensuada» en dicha comisión. El PSC responde que lo acordado con Units per Avançar no es una coalición y algunos cuadros territoriales se quejan de la falta de información.

En cualquier caso, la gestión de la crisis catalana ha puesto de manifiesto las discrepancias entre el PSOE y el PSC. Los socialistas catalanes no han compartido el apoyo cerrado de Ferraz al Gobierno y han exhibido su rechazo respecto a la aplicación del artículo 155, el encarcelamiento de Oriol Junqueras y otros ex miembros del Govern o las cargas policiales durante el 1-O, por las que incluso llegaron a pedir la dimisión de Rajoy. La disconformidad de algunos cargos catalanes se ha traducido en dimisiones como la del alcalde de Terrasa Jordi Ballart o la de Núria Parlon que abandonó su sillón en la Ejecutiva Federal. Por ello, en el PSOE ha calado la idea de que la presencia de dirigentes nacionales en la campaña del 21-D puede ser «contraproducente» para los intereses electorales del PSC y aunque su participación será «ponderada» se verá muy restringida respecto a los comicios del 27-S. Esta evolución de la implicación total a la residual tendrá su personificación en la figura de Pedro Sánchez, que pasará de participar en siete de los 15 días de campaña de 2015 a hacerlo solo en los estrictamente necesarios.

Según ha podido confirmar LA RAZÓN esta estrategia surge a petición expresa del PSC que no quiere que la contienda catalana se contamine con tintes nacionales. El apoyo del PSOE al Gobierno de Rajoy para la aplicación del artículo 155 ha situado al PSC en una situación comprometida en Cataluña, convirtiéndolo en blanco de las críticas de los partidos independentistas, sobre todo de ERC y la CUP, por lo que el afán de Miquel Iceta por representar un espacio de centralidad desde el que buscar una solución al conflicto catalán puede debilitarse si en campaña se le identifica con la entente constitucionalista que representan el PSOE, el PP y Cs. Esto ha hecho que desde Ferraz se haya frenado también el impulso de volcarse en la contienda y aunque fuentes de la Ejecutiva reconocen que «tienen muchas ganas» dudan de la «conveniencia» y dejan en manos de los socialistas catalanes el nivel de implicación que les quieran otorgar.