Cargando...

Pasividad de Interior

Marlaska desgasta a la Guardia Civil de Tráfico: jornadas de hasta 16 horas, precariedad y desprecios

Los agentes se ven forzados a realizar "dobletes de servicio" por un sistema de turnos que depende "del criterio personal de los mandos"

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso de los Diputados Chema MoyaEFE

"Exigimos a Marlaska que deje de esconderse y dé una respuesta inmediata a este problema que él mismo alimenta con su inacción". Es la voz de los guardias civiles de Tráfico, que día a día ven cómo su calidad de vida, tanto familiar como laboral, sigue cayendo en picado. Porque lejos de contar con un sistema estable de turnos, éstos dependen "del criterio personal de los mandos". Los agentes se ven forzados a realizar "múltiples dobletes de servicio", llegando a trabajar hasta 16 horas seguidas en motocicleta, lo que supone una "temeridad inadmisible".

Pero esta situación no es nueva, tal y como denuncian desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que señala al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como máximo responsable de este retroceso: "¿Hasta cuándo va a mirar hacia otro lado mientras miles de guardias civiles de Tráfico son condenados a la precariedad, la falta de conciliación y a jugarse la vida tras jornadas maratonianas?". De momento, la única respuesta que sale de su ministerio es la de que "están trabajando en ello", mientras se mantiene el bloqueo con la excusa de que no hay "efectivos suficientes".

Un argumento que cae por su propio peso, ya que en aquellas plantillas donde sí hay efectivos tampoco se han producido avances pese a "meses de estudios". Desde esta asociación señalan la necesidad urgente de implantar el turno 6x5 (de 8,5 horas) para los motoristas y el de 3x5 (de 12 horas) para los guardias civiles de la unidad de atestados. Sin embargo, salvo algún intento aislado por implantar esta fórmula, el "no" ha sido una constante.

Atrapados en un sistema arcaico

"Es inadmisible que el ministro presuma de avances en derechos mientras mantiene a los guardias civiles de Tráfico atrapados en un sistema arcaico y sin futuro", denuncian desde la AUGC. Asimismo, tachan de "incoherentes" el cruce de mensajes institucionales que llevan a equívoco. Mientras por un lado se acusa a la Agrupación de Tráfico de ser quien frena la implantación e imponer los turnos, ésta se defiende y asegura que se limita a aprobar los turnos planteados por las unidades.

Una maraña y un "juego de trileros" en el que los únicos perjudicados son los guardias civiles y sus familias. Por todo ello, exigen a Marlaska, a la Dirección General y a la Jefatura de la Agrupación de Tráfico que dejen de "marear a los agentes con cantos de sirena" y adopten un sistema de turnos "estable, justo y uniforme". Porque la improvisación actual pone en riesgo la vida de los guardias civiles y afecta a su conciliación familiar. Todo lo que no sea esto, es un "desprecio" más hacia los agentes.

Los continuos desprecios de Marlaska

Hay que recordar que en esto de "despreciar", el ministro del Interior es todo un experto. Al problema de los turnos o la falta de medios y efectivos se unen otros muchos que afectan a los agentes y que poco o nada parecen afectar a Grande-Marlaska. Es el caso de la equiparación o el reconocimiento de los guardias civiles como profesión de riesgo, reivindicaciones paradas y bloqueadas por el ministro de Sánchez no sólo en los tribunales sino en el Congreso. Lejos de aportar alguna novedad o apoyar la petición de los agentes para que se reconozca la "alta penosidad y peligrosidad" de su trabajo, la Dirección de la Guardia Civil se limitan a decir que "las mesas técnicas" están abiertas. Y de la diferencia salarial entre guardias civiles y mossos o ertzainas (en torno a 600 euros al mes)... tampoco se sabe nada.

Ya en el caso de la jubilación, hay que señalar que, al no ser reconocidos como profesión de riesgo, los guardias civiles no pueden prejubilarse a los 59 años, cobrando el cien por cien de su pensión. Una opción que sí pueden tomar los agentes de la Ertzaintza, de los Mossos d'Esquadra, de la Policía Foral de Navarra o, incluso, los policías locales.

Por no hablar de la modificación de la ley de personal, el aumento de plazas en la Oferta de Empleo Público (OEP) y un tema que lleva años sobre la mesa sin visos de resolverse: la eliminación del Código Penal Militar. Desde esta asociación apuntan que se volvió a solicitar la exclusión de los guardias civiles del ámbito del Código Penal Militar en el ejercicio de funciones policiales y en su vida privada. A su juicio, "esta norma es innecesaria, redundante y fue reimplantada de manera arbitraria".