Entre fuegos cruzados, es difícil apreciar un mínimo gesto de tregua. Pero ayer sí pudo apreciarse así. En medio del ambiente crispado que reina entre el Gobierno y el principal partido de la oposición en España, el funeral del Papa Francisco propició un espacio de distensión entre ambos partidos. El Ejecutivo tuvo la cortesía de invitar al principal líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo como parte de la delegación española que presentaría sus respetos al féretro del Sumo Pontífice.

Un pequeño puente, al menos en las formas, que llega después de una tensa semana en la que el aumento en gasto de Defensa y el contrato de armamento a una empresa israelí no solo ha pasado factura al Gobierno de coalición, sino que ha deteriorado todavía más las relaciones entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Ni una llamada desde Moncloa para escuchar sus propuestas.

El presidente del PP viajó en el mismo avión que los representantes del Gobierno, las vicepresidentas María Jesús Montero, Yolanda Díaz y el ministro de Justicia, Félix Bolaños. Una distancia corta, de apenas dos horas y media, en la que se espera que Gobierno y oposición pudieran tener una conversación informal menos acalorada de la tensión que se vive en los plenos del Congreso. Toda la delegación española se alojó en la sede de la embajada ante la Santa Sede, aunque ninguna de las dos partes quiere desvelar detalles ni sobre el vuelo, ni si compartieron mantel en la noche del viernes. «No haremos política de este asunto», zanjan en el PP.

Sea como fuera, el presidente del PP quiso hacer valer su estancia en Roma frente a la ausencia de Pedro Sánchez. Y es que, es el primer viaje oficial en el que Feijóo puede rentabilizar la imagen de representar a España desde que accedió al liderazgo de su partido. Así, dio cuenta en sus redes sociales de su presencia y destacó que él se encontraba «acompañando a los Reyes y representando a España y teniendo presentes a millones de católicos de todo el mundo» en el funeral del Papa. «Mi voluntad y mi deber», quiso remarcar.

Desde el PP remarcan que Feijóo estuvo «donde tenía que estar» y siguen denunciando que la decisión de Sánchez es un «error diplomático de primer nivel y una falta de respeto institucional difícil de justificar». «Es un grave error», abundan. Para la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, se trata de una manera de «esconderse en el búnker de La Moncloa, desde el que intenta gobernar y protegerse de la corrupción que le rodea».

En el PP destacan que Feijóo «combina» una agenda institucional de primer nivel con un respaldo firme al deporte español, ya que tras el funeral del Papa Francisco, el presidente del PP se desplazó a Sevilla para asistir a la final de la copa Real Madrid- FC Barcelona. Al principio, iba a acudir junto a su familia, pero al formar parte de la delegación española a la misa de exequias, el presidente siguió el partido de futbol desde el palco de autoridades, junto al Rey Felipe VI.