Comité Federal PSOE
Moncloa activa su maquinaria para convencer al PSOE de que Sánchez seguirá
Mientras se multiplican las voces que reclaman un relevo en el PSOE, Moncloa activa su maquinaria de filtraciones y el presidente del Gobierno multiplica sus contactos internos para imponer una narrativa mediática favorable a hacer creer que repetirá como candidato en las generales.
La batalla interna por el futuro liderazgo del PSOE ya ha comenzado. El próximo sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta a otro Comité Federal relevante, aunque en la dirección socialista respiran con la tranquilidad de la confianza que les da pensar que lo "tienen todo controlado", salvo al presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que dicen que "está amortizado". Pero la realidad es que Sánchez llega a este Comité Federal en su momento más débil desde que aterrizó en La Moncloa. Por primera vez se han publicado varios manifiestos exigiendo su dimisión, que señalan que no son sólo Page, o el expresidente del Gobierno Felipe González, los que reclaman un relevo en la dirección del partido para salvar, precisamente, al PSOE.
En Moncloa son conscientes de que esa batalla por el liderazgo socialista se está intentando abrir y, en plena efervescencia de manifiestos y voces críticas que piden la convocatoria de elecciones, el entorno del presidente ha activado una campaña de filtraciones mediáticas y de mensajes internos para corregir ese clima que apunta a que el jefe del Ejecutivo está de salida.
El propio Sánchez está hablando con dirigentes territoriales y orgánicos para pedir apoyo y desactivar disidencias antes del Comité Federal del sábado. El objetivo es que cuando tome la palabra ante el PSOE tenga el terreno bien abonado para que callen los que creen que el PSOE ha llegado a una situación límite que exige convocar primarias, un Congreso extraordinario y un relevo en la secretaría general del partido.
La estrategia incluye pocos cambios con respecto a la de anteriores crisis. Consiste en presentar a Sánchez como una figura resiliente, que saldrá reforzado de una nueva campaña externa de desgaste. La semana arranca con la declaración del todopoderoso Santos Cerdán, exsecretario de Organización socialista, ante el Tribunal Supremo. Su abogado sostiene que hablará, pero en Moncloa aseguran que lo hará para negarlo todo. A pesar de las informaciones que apuntan a que lo que viene es peor de lo que ya ha pasado, y que si julio es un mes duro, a partir de septiembre la UCO propiciará golpes todavía más determinantes en el futuro de la Legislatura (caso hidrocarburos, patrimonial de Cerdán, Ábalos, y relaciones con otros altos cargos), en Moncloa se han instalado en la cantinela de que Sánchez tiene la autoridad para liderar el proyecto socialista en la actualidad y también en el futuro. Que será de nuevo candidato en las próximas elecciones generales.
La evolución de las investigaciones judiciales determinará quién gana esta batalla. Si Sánchez y Moncloa o si, por el contrario, aquellas voces disidentes que crecen en las federaciones para que se convoque un congreso extraordinario. En Ferraz dicen que no hay intención de abrir esa vía. La orden es resistir y ofrecer una imagen de unidad, aunque sea con grapas. Casi al mismo tiempo que Sánchez comparezca en la Cumbre de la ONU en Sevilla, que arranca este lunes, Cerdán estará declarando ante el Supremo.