Otegi apoya el pacto con el PSN y anima a Bildu al «cambio»

La izquierda abertzale, representada bajo las siglas de Bildu, lleva años queriendo imponer sus dictados en Navarra. Coacciones, insultos y afán de adoctrinamiento son sus señas de identidad en la Comunidad Foral. Todo con tal de entorpecer la labor del Gobierno navarro, según su presidenta, Yolanda Barcina. Y es que la líder de UPN avisó recientemente de que ETA y su entorno están buscando infiltrarse en la educación navarra, pero también en la Administración, para lo que Bildu envió un escrito a sus militantes funcionarios para aspirar a 84 jefaturas de sección a concurso y así «dificultar el Gobierno de Navarra desde dentro».

También la Guardia Civil considera que la izquierda abertzale quiere imponer a toda costa su modelo educativo en Navarra. En un informe de carácter «reservado», señalaba a finales del año pasado que el objetivo es implantar allí «una escuela vasca» donde poder legitimar los años de terrorismo de ETA y fomentar su proyecto de una «Euskalerria unida y socialista». Barcina ha explicado que la educación siempre ha sido para ETA «la herramienta para la supervivencia de un pueblo», según se recoge en el propio programa de Bildu, y que el último documento de los presos terroristas sobre cómo intervenir en la educación navarra es sólo un paso más.

Unión del Pueblo Navarro no tardó en pedir al Gobierno que introduzca las reformas legales necesarias para impedir que personas condenadas por terrorismo o vinculadas al entramado de ETA puedan ser profesores en los colegios, ya que considera una «realidad perversa» que puedan utilizar el modelo educativo para justificar la violencia.

La maniobra socialista tiene ahora a los proetarras crecidos. Sólo así puede entenderse el mensaje lanzado en Twitter la noche del miércoles por Arnaldo Otegi: «EH Bildu trabaja para que el cambio sea posible el 25 de mayo en Navarra». En realidad, nunca han dejado de hacerlo. Y no siempre desde la sombra de los despachos, porque también ha habido insultos a la miembros de la Corporación de Pamplona a plena luz del día y en las fiestas de San Fermín. O boicot al tradicional «Riau-Riau» de los Sanfermines. Pero quizá uno de los gestos más significativos tuvo lugar el pasado octubre, tras la salida de la cárcel de la etarra Inés del Río por la derogación de la «doctrina Parot». Los grupos del Ayuntamiento de Tafalla, su localidad natal, expresaron su rechazo por la puesta en libertad... excepto los del PSN y Bildu. Los mismos socios que ahora quieren desbancar a Yolanda Barcina.