Opinión

Pedigrí

Los apellidos más comunes, como Sánchez y Gómez, empiezan a tener influencia, mucha influencia

La misteriosa herida de Pedro Sánchez, que acudió con Begoña Gómez a un mitin del PSOE en Benalmádena con motivo de las elecciones europeas
La misteriosa herida de Pedro Sánchez, que acudió con Begoña Gómez a un mitin del PSOE en Benalmádena con motivo de las elecciones europeasAgencia EFE

Nuestra historia está llena de apellidos nobles e ilustres como Borbón, Osorio, Falcó, Martínez de Irujo, Fernández de Córdoba, Medina o Arteaga que pertenecen a casas nobiliarias como el Ducado de Alba, el de Osuna, el de Medina Sidonia, Medinaceli o el del Infantado. Apellidos que presuponen influencia y apertura de puertas por tener ancestros de sangre que provienen de la realeza.

Son apellidos con pedigrí por su genealogía y luego están aquellos apellidos que, sin tener sangre azul, ni ser Grandes de España, dominan la economía española. Ortega, Roig, Del Pino, Daurella, March, Botín, Entrecanales, Masaveu, entre otros, son apellidos cuyas fortunas superan los 100.000 millones de euros. Apellidos con pedigrí bursátil y valores que cotizan.

El poder genealógico y el poder económico eran los dueños de los apellidos con más pedigrí por antonomasia, hasta que llegó Pedro Sánchez al poder. Aterrizó en La Moncloa e hizo la revolución de los sobrenombres.

Los apellidos más comunes, como Sánchez y Gómez, empiezan a tener influencia, mucha influencia. Apellidos que sin tener en su haber una licenciatura dirigen la Cátedra Transformación Social Competitiva de la Complutense, impulsada por empresarios que han recibido millones de euros del Estado. Apellidos que consiguen cobrar un sueldo público sin aparecer por el trabajo, con residencia fiscal en Portugal, según consta en la denuncia.

Podría parecer que, al pertenecer a apellidos comunes, muy comunes, que por fin lo mayoritario, lo corriente, se hace con el pedigrí, pero no. Más bien se trata de un pedigrí familiar para el que no vale cualquier Sánchez y cualquier Gómez, se tiene que pertenecer al entorno personal del presidente.

Si no se pertenece al entorno y se quiere dirigir una cátedra, habrá que ser catedrático, si se quiere trabajar y no se tiene aprobado el teletrabajo, habrá que ir a trabajar y los impuestos tendrás que pagar.