
Opinión
Un plebiscito sobre Sánchez
Aunque Feijóo también ha saltado a la palestra, no ha conseguido tranquilizar a los halcones populares que se ven más representados en posiciones de confrontación directa como la de Díaz Ayuso

Sánchez y Feijóo han contaminado las elecciones municipales y autonómicas del próximo día 28 convirtiéndolas en la primera vuelta de las legislativas que tendrán lugar en diciembre. La estrategia la inició el líder socialista. Es sabedor de que el resultado en las locales será mejor para los socialistas que si fuesen generales, porque los ciudadanos suelen votar a sus alcaldes y presidentes más allá de las siglas del partido.
De ahí que ha decidido tomar mayor protagonismo en la campaña y aderezarla con anuncios electorales que, aunque no tienen que ver con las competencias municipales, Sánchez relacionará con el resultado electoral si, finalmente, logra una dulce derrota.
El problema es que cada compromiso de campaña tiene como consecuencia que el debate trasciende a lo nacional y se puede convertir en un plebiscito sobre la persona de Sánchez, algo que lastraría las expectativas de los aspirantes dado el desgaste del líder socialista.
El PP no ha reaccionado adecuadamente ante la iniciativa socialista. Aunque Feijóo también ha saltado a la palestra, no ha conseguido tranquilizar a los halcones populares que se ven más representados en posiciones de confrontación directa como la de Díaz Ayuso.
Los tertulianos de los medios más radicalizados agudizan las críticas cada día que pasa. Sin embargo, Feijóo sabe que lo importante para el PP es ser el partido más votado, aguantar el revés que pueda suponer algunos pactos que le quiten gobiernos autonómicos y municipales y llegar a diciembre con la sensación entre los electores conservadores de que necesitan concentrar el voto en el PP para que se produzca cambio de gobierno.
Isabel Díaz Ayuso puede ser una líder deseada por los militantes del PP de toda España, pero la sociedad española no es como los militantes de los partidos, ni tampoco es como la madrileña. Las posiciones más escoradas a la derecha tienen rechazo en el Sur, en Levante y en buena parte del Norte.
El gran error de Feijóo, por tanto, no está siendo un discurso de moderación, sino el no empujar las elecciones hacia el plebiscito sobre Sánchez que ha empezado el propio presidente del Gobierno sin ser muy consciente de ello.
El gallego no ha perdido nunca una cita electoral, pero para los suyos no será suficiente ganar las elecciones. Moncloa lo ha visto claro y ha encauzado la campaña de desprestigio que empezó desde hace meses contra Feijóo vertiendo dudas sobre su continuidad al frente del PP.
✕
Accede a tu cuenta para comentar