Podemos busca marcarse puntos para disputarse el liderazgo con Sumar en las europeas

Podemos, sin la presión de las elecciones catalanas, está concentrado en Europa, mientras que el resto de formaciones ocupan todos los esfuerzos en conseguir el último empujón en Cataluña. El partido ve en los comicios del 9J su única oportunidad para sobrevivir como partido tras un ciclo en el que los morados han acabado orillados en el Congreso de los Diputados en su lucha fracticida por la hegemonía de la izquierda con Sumar.

El partido morado está concentrado en que su cabeza de cartel, la exministra Irene Montero, logre su acta como eurodiputada y se disputa frente a Sumar su gran plebiscito al ser unas elecciones con única circunscripción, por lo cual, concurren en igualdad de condiciones.

Los morados se ven ahora con fuerza adicional al ver que vuelven a repuntar en las encuestas, pescando en el elector desencantado con Sumar. Es por eso que esta semana han iniciado una nueva estrategia que tiene por objetivo lograr réditos políticos para comenzar con fuerza la campaña de las elecciones europeas. Demostrar de nuevo que son una fuerza útil y que somete al Ejecutivo, es la estrategia en la que se centran.

Coincidiendo con el final de la moratoria de los desahucios, el partido que dirige Ione Belarra ha amagado con romper con el Gobierno en el Congreso de los Diputados si Moncloa no prorroga la moratoria antidesahucios, como el Partido Socialista se comprometió con los morados en enero a cambio del voto a favor en los decretos anticrisis. De momento, PSOE y Podemos negocian contra reloj para alcanzar un acuerdo antes del próximo martes, puesto que el día 15 de mayo caduca la moratoria antidesahucios. En el PSOE son conscientes de la debilidad parlamentaria en la que Podemos dejaría al Ejecutivo si cumple con su amenaza y es por eso que aseguran que están trabajando para no dejar sin resolver esta situación.

Los morados también han exhibido fuerza esta semana a base de cargar contra la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que esta semana acordó la reforma de las prestaciones por desempleo que decayó en enero ante la falta de apoyo parlamentario. Una reforma en la que Trabajo cedió al dar el visto bueno a la sobrecotización que exigía Podemos para mantener la cotización para la jubilación de los preceptores mayores de 52 años en el 125% de la base mínima vigente. Los morados celebraron la «marcha atrás» de Yolanda Díaz en los subsidios y entendieron como una «rectificación» del Ministerio de Trabajo ante el «recorte» que, aseguraban, la vicepresidenta buscaba «colar». Ante esto, los morados sacaron pecho de haber tumbado en su momento la reforma del subsidio en el Congreso y, cuatro meses después, haber conseguido que Trabajo reconociera el error. «El Gobierno intentó colar por la puerta de atrás un recorte en las pensiones de personas muy precarias, que son las que cobran un subsidio, pero fuimos firmes y no lo permitimos. Hoy nos alegramos de que hayan rectificado. Una vez más se demuestra que pelear y hacer ruido sirve para seguir avanzando en derechos», festejó la líder de Podemos, Ione Belarra.

En el partido morado aseguraban que se demostraba así que los votos de Podemos son «útiles» al mantenerse firmes en sus líneas rojas. Mismo planteamiento que ahora utilizan para amenazar al Gobierno con retirarle el apoyo en el Congreso.

La exministra y candidata a europarlamentaria morada comenzó ayer también a recuperar su presencia y su tono duro contra los socialistas. En un debate con el resto de candidatos a las elecciones europeas aprovechó la situación de guerra en Oriente Medio para reclamar el cese del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, por reivindicar a Israel como un «estado amigo» y reclamó sanciones económicas para Tel Aviv. La bandera palestina, muy sensible para la izquierda alternativa para el PSOE está siendo ahora una de las cuestiones principales a las que tanto Sumar como Podemos se abrazan para tratar de ganar terreno al PSOE.