Podemos

Podemos culpa al PSOE de su división interna

Niegan discrepancias políticas entre el líder de su formación, Pablo Iglesias, y el número dos, Iñigo Errejón

La diputada de Podemos Irene Montero durante su comparecencia ante los medios de comunicación
La diputada de Podemos Irene Montero durante su comparecencia ante los medios de comunicaciónlarazon

Todos a una para camuflar la quiebra de Podemos en Madrid, saldada hasta ahora con nueve dimisiones por el enfrentamiento entre los sectores de «pablistas» y «errejonistas» en un territorio que controla Luis Alegre, hombre de confianza de Pablo Iglesias, aunque en la raíz del desacuerdo subyace la diferencia de criterio sobre cómo gestionar las relaciones con el PSOE. Mientras que el líder de Podemos y sus afines constituyen la facción dura con Ferraz, Íñigo Errejón y sus acólitos –como la cofundadora Carolina Bescansa– apuestan por flexibilizar las posturas.

La llamada al cierre de filas partió la noche del miércoles con una carta de Errejón, que ayer se reunió con Pablo Iglesias para diseñar una estrategia que tapone las vías de agua. «Cabeza fría, mirada larga y paso corto», era el consejo que lanzaba el portavoz en el Congreso en la misiva, donde afirma que «trasladar un problema de Madrid a estatal es obviamente un arma que querrán arrojar y amplificar para evitar así hablar del escoramiento del PSOE hacia la gran coalición de la mano de Rivera». Lo que no niegan algunos dirigentes es que las dimisiones en Madrid han llegado en el momento más inoportuno e incluso han podido sobredimensionar el debate sobre la división interna detrás del que ven una operación del PSOE para tratar de debilitarles y fracturarles.

Errejón pide «repetir una y otra vez que sólo hay un Podemos» y eso hicieron ayer los principales portavoces de la organización, que apostaron por defender «todos a una» que no existen «fracturas». «La posición en Podemos es unánime, queremos un gobierno a la valenciana y que las políticas de austeridad se acaben», defendió la portavoz adjunta en el Congreso, Irene Montero. En esa línea se pronunciaron el secretario de Organización, Sergio Pascual, y hasta el miembro fundador Juan Carlos Monedero.

En otra carta a los inscritos en el partido, el secretario general en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre, instaba a no seguir alimentando el «relato de la división interna» y anunciaba una reunión para la semana que viene del equipo coordinador que asume la dirección.