Terrorismo

La Policía detiene en Pamplona a un yihadista que distribuía manuales de auto adoctrinamiento

Alentaba a cometer atentados con armas y venenos y a prestar juramento al cabecilla del Estado Islámico

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Pamplona a un individuo por su participación en los delitos de colaboración terrorista, entre los que se encontraba adoctrinamiento, captación y reclutamiento. La operación, que se ha desarrollado de forma conjunta por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Pamplona, ha contado con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Almería, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) de Marruecos y la agencia EUROPOL. El arrestado ha ingresado en prisión.

La investigación comenzó a mediados de 2022 cuando los expertos en la lucha contra el terrorismo detectaron a un individuo alineado con los postulados del Estado Islámico-DAESH que difundía, a través de sus redes sociales, material radical y violento de corte yihadista en los que se alentaba a cometer acciones terroristas.

Había prestado ya juramento de fidelidad al actual califa de la organización terrorista, Abu Hafs Al-hashimi Al-Qurashi. Reconocía con ello su pertenencia a la organización terrorista, se alineaba con sus objetivos y realizaba actividades en favor de la misma.

Los agentes comprobaron que el detenido tuvo, durante el tiempo que duró la investigación, una actividad virtual masiva y frenética de acuerdo a su ideología yihadista. Así, buscó, consumió y posteriormente difundió a otros usuarios miles de archivos multimedia de naturaleza radical, conteniendo ejecuciones, asesinatos, exaltaciones de los líderes, etcétera.

Durante la investigación, se detectó que operaba en distintas redes sociales, participando en gran cantidad de grupos de índole yihadista. Entre ellos, el más representativo, era el denominado por el detenido como "canal de todo", por ser un repositorio donde estaban al alcance miles de archivos elaborados por productoras oficiales de DAESH.

Además, mantuvo diversos contactos a través de sus redes sociales con miembros del Estado Islámico situados en zona de conflicto, con los que planeaba su incorporación como un terrorista más. El detenido no solo aplicaba estrictas medidas de seguridad virtuales para evitar ser detectado por los servicios policiales, sino que instruía a otras personas afines y les advertía de la importancia de su cumplimiento. Para ello se servía de manuales específicos de ciberseguridad.

Especialmente significativo para la investigación fue, durante el registro de su domicilio, la localización de cientos de manuales para la autocapacitación terrorista, tales como elaboración de explosivos, detonadores, venenos, consejos para ocultar la actividad terrorista en Internet, realización de transacciones financieras seguras, uso y manejo de todo tipo de armas, reclutamiento y captación de nuevos combatientes, entre otros. Los agentes encargados de la investigación destacan la capacidad del detenido para llevar una doble vida: mientras se autocapacitaba y adoctrinaba a través de Internet, su vida pública se desenvolvía dentro de la normalidad, pasaba completamente desapercibido.