
Crisis del PSOE
«Ponferrada es el tablero de una partida de ajedrez donde otros han colocado las fichas»

Una semana. Es el tiempo que ha transcurrido desde que se materializó en Ponferrada la moción de censura que desbancó de la alcaldía a Carlos López Riesco y que ha situado al ahora no adscrito Samuel Folgueral al frente de casi 70.000 habitantes. Algo que no pasaría de formar parte del engranaje democrático, si no fuera por cómo el entonces socialista logró el bastón de mando -al pactar con Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual-. Una semana. Tiempo suficiente para madurar y valorar todo lo ocurrido. Samuel Folgueral, quien el viernes hacía efectivo el reparto de áreas del consistorio y avanzó un importante ahorro municipal, responde a LA RAZÓN.
–Después de todo, dígame, ¿actuaría de la misma manera que lo hizo?
–De principio a fin. Dimos ese paso adelante para tratar de que el Ayuntamiento de Ponferrada enderece su gestión y se pueda poner fin a años de desfase presupuestario, además de acabar con una situación de desgobierno. Se informó de ese paso a las ejecutivas municipal, provincial, autonómica y federal. Pero, por intereses ajenos a este municipio, nos hemos visto envueltos en una situación desagradable para mucha gente, aunque obramos de forma correcta.
– El pasado fin de semana, algunos afiliados increparon al secretario autonómico del PSOE, Julio Villarrubia, quien insiste en que se enteró de la moción cuando estaba cerrada. ¿Ha habido falta de comunicación?
–No por nuestra parte. Insisto: el señor Villarrubia conocía el paso que estábamos dando, hasta el punto de referirse al clamor que en Ponferrada existía acerca del mal funcionamiento del consistorio, cuando defendió la moción el 25 de febrero pasado.
–¿Esperaba usted el ultimátum de Alfredo Pérez Rubalcaba? ¿Cómo lo encajó?
–Obviamente, resulta duro que el secretario general del Partido al que representas y en el que te sientes absolutamente integrado te haga elegir entre la ciudadanía de tu municipio y la organización política. Con gran dolor he pedido la baja como militante socialista, pero ante la disyuntiva tengo claro que lo que vamos a hacer tanto yo como mis compañeros y compañeras es defender a la ciudadanía de Ponferrada. Siempre seré socialista, con o sin carné, pero Ponferrada es lo primero y la única prioridad.
–¿Qué le parece que haya asumido todo el peso de la culpa el número 3 del PSOE, Óscar López, cuando este periódico ha demostrado que Rubalcaba sabía lo que pasaba en el consistorio ponferradino?
–Lo que creo es que en Ponferrada se ha jugado una partida de ajedrez en la que nuestro municipio ha puesto el tablero y otros y otras, por intereses totalmente ajenos a los de la ciudad, han puesto las piezas. El señor López ha mantenido una actitud coherente, porque estaba al tanto de la moción y ha dado su visión del asunto. Y no niego que me duele que el Partido Popular, por ejemplo, haya escogido a Ponferrada para atacar al secretario de Organización del PSOE.
–¿Y, cómo acabará esa partida?
–Esta batalla ha derivado en un «reality show» con el que los ponferradinos y ponferradinas en absoluto se sienten identificados y por el que debemos pedir disculpas por más que se nos haya impuesto desde fuera.
–¿Cree usted que el partido al que pertenecía tiene un problema grave, en España, Castilla y León e incluso en su provincia, en León?
–Bueno, con lo que sí estoy de acuerdo es con las palabras que no hace mucho pronunció un compañero: hay personas en el partido empeñadas en comprar el producto que les quiere vender el PP, y no debería ser así.
– Ya que habla del PP, ¿considera que López Riesco ha tenido el apoyo esperable siendo Ponferrada la sexta ciudad de Castilla y León en población?
–Que demasiada gente en el Partido Popular ha guardado silencio cuando se le ha pedido apoyo para el señor Riesco, ellos o el ex alcalde sabrán por qué. Yo sólo sé que estaba completamente aislado en su partido y eso ha significado la absoluta marginación de Ponferrada en las instituciones superiores. No hay más que comprobar la desvinculación de la Diputación hacia la mejora de carreteras de su competencia para el Mundial de ciclismo o el ataque del Gobierno central hacia esa misma actividad.
–¿Qué futuro quiere dar a Ponferrada, el agente pasivo de la moción?
–El futuro tiene que ser de progreso, eficiencia y transparencia absoluta. Ponferrada necesita proyectos viables, sacar adelante el Mundial de ciclismo sin que suponga una ruina para el consistorio y defender lo que desde fuera le tratan de arrebatar. Hablo del sector de la minería del carbón, el Campus del Bierzo o la Fundación ciudad de la Energía. Justo lo que el anterior alcalde se había resignado a perder.
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