El PSOE y sus socios aceleran con la amnistía: quieren dejar listo el trámite de enmiendas en una semana

La reunión de la Mesa del Congreso de este martes ha concretado el calendario de tramitación de la ley de amnistía tras el registro de las enmiendas al articulado. Si nada varía sustancialmente, todo apunta a que el proceso parlamentario de la amnistía en el Congreso quedará concluido a finales de este mismo mes y la norma seguirá su curso en el Senado entre febrero y marzo para que en abril pueda entrar ya en vigor. Tanto el PSOE como sus socios han decidido acelerar el paso y tienen previsto liquidar el proceso de enmiendas en apenas una semana: la idea es que este jueves se convoque una reunión de la ponencia y el martes que viene se debatan y voten esos cambios en la Comisión de Justicia.

En este sentido, el primer paso es la reunión de la ponencia. La ponencia es un órgano que tiene cada comisión del Congreso, formada por diputados de todos los grupos, para abordar la incorporación de las enmiendas a las propuestas legislativas. En este sentido, la previsión es que la ponencia tan solo se reúna este jueves para incorporar las enmiendas al articulado que se han presentado este martes. También cabe ver si eso va a ser posible porque las enmiendas han causado división entre los grupos parlamentarios que promueven la amnistía y es posible que el trámite pueda requerir más tiempo que el previsto inicialmente.

Una vez dado ese paso, se tiene que convocar la comisión correspondiente (en este caso, Justicia) para que los cambios introducidos en ponencia se debatan y se voten. En esta votación, todavía se podrán incluir las enmiendas que no se hayan incorporado en el paso anterior (ponencia). Una vez superado el trámite de la Comisión de Justicia, la ley ya iría al Pleno, nuevamente: todo apunta a que esa sesión parlamentaria se celebraría entre el 30 y el 31 de enero, salvo que se retrasen los procedimientos previos porque los partidos siguen con divergencias.

De esta manera, la norma quedaría lista para que en febrero y marzo se vaya al Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta y tendrá retenida la norma durante dos meses para que puedan pronunciarse expertos e instituciones sobre la materia. En este sentido, la estrategia de oposición del PP en el Senado pasa porque se vayan pronunciando voces autorizadas sobre la materia para "retratar" la ley. Los populares tampoco pueden tumbar la ley porque eso es potestad del Congreso y ahí tiene mayoría el Gobierno con los grupos independentistas.

Tras haber pasado por el Senado, la ley previsiblemente vuelva al Congreso: vuelve si se han introducido cambios en el la Cámara Alta, algo que es probable porque el PP buscará enmendarla. Si bien, el nuevo paso por el Congreso ya será muy rápido y quedará ya aprobada definitivamente para que entre en vigor. De esta manera, con mucha probabilidad, en abril, la ley entrará en vigor: su plazo de aplicación es de dos meses, según estipula el propio artículo 10 de la norma.

Hasta el momento, la ley ha superado ya dos sesiones plenarias: la toma en consideración, en diciembre, y las enmiendas a la totalidad, en enero. En ambos Plenos, la norma ha logrado salir viva porque solo cuenta con la oposición de 172 diputados (PP, Vox, UPN y Coalición Canaria) de los 350 que tiene la cámara.