Públicodependencia

Harrison Ford apeló, en un acto sobre cambio climático a favor de la ciencia, que los votantes leyeran bien los programas electorales de los políticos que concurren a unas elecciones. Ahora que estamos en campaña electoral las propuestas que se hacen son como estar en un mercadillo o en las rebajas de enero. Los que prometen mejorar y los que prometen el gratis total.

Mientras que la derecha busca siempre la colaboración público privada, buscando que el contribuyente pague menos impuestos y disfrute de muchos servicios, la izquierda promete el gratis total, cheques, subvenciones, energía pública, supermercados públicos, banca pública, farmaceúticas públicas, hasta un Tinder público.

Todo debe ser público, hasta los hijos son públicos, ya no pertenecen a los padres, ni los padres son padres porque son progenitores gestantes. Es una izquierda controladora y manipuladora que quiere anular a la persona, diluirla y hacerla vulnerable. El Estado debería velar por que sus ciudadanos tuvieran la mejor formación, las mejores prestaciones y las mejores oportunidades laborales.

Lamentablemente nuestro Gobierno está más preocupado por enseñar técnicas de masturbación a los niños a que aprendan matemáticas, que duden de su género y no de su futuro profesional. Quiere ciudadanos públicodependientes que vivan de lo público. Cuando cumples 18 años te dan una herencia universal de 20.000 euros, entras en la rueda pública de la vulnerabilidad, 400 euros para cultura más los 250 para ir al cine, cuando ya eres vulnerable, y si decides trabajar, lo haces con tacómetro incluido para medir tu rendimiento.

«No hay diferencia entre comunismo y socialismo, excepto en la manera de conseguir el mismo objetivo final: el comunismo propone esclavizar al hombre mediante la fuerza, el socialismo mediante el voto. Es la misma diferencia que hay entre asesinato y suicidio», decía Ayn Rand, escritora rusa nacionalizada en Estados Unidos.