Interior
Por qué las nuevas pilas de litio de la Guardia Civil pueden cambiar las operaciones encubiertas
El Ministerio del Interior busca un nuevo contrato para que una empresa sea la encargada del suministro de pilas de ión-litio
Unas pilas de ión-litio pueden suponer el éxito o el fracaso de una investigación policial. Con esta reflexión, la Guardia Civil ha publicado un nuevo contrato para el suministro de esta herramienta. Una adjudicación que tiene varios condicionantes que deberás cumplir las empresas interesadas para conseguir la licitación y para que los agentes puedan detener a los sospechosos que están en sus pesquisas.
Así, la memoria que justifica el gasto de estas pilas y sus baterías detalla que el principal fin de la Guardia Civil es la persecución de los delitos y la detención de los autores de los mismos. Para ello es necesario el conocer la posición, ubicación, movimientos tanto de los delincuentes como de los medios utilizados para cometer los delitos (vehículos, contendores de mercancías…).
Los agentes de la Policía Judicial usan las balizas de seguimiento para luchar contra el crimen. Este aparato es un equipo que emite una señal electromagnética que es recogida por un captador de una determinada tecnología – en caso de Guardia Civil, GPS o Satelital -, y la sitúa sobre una cartografía. Los objetivos balizados – personas, coches, aeronaves, barcos…- pueden encontrarse de forma habitual semanas o incluso meses fuera del alcance los agentes policiales, en ocasiones hasta fuera de España.
Por este motivo, la Guardia Civil necesita un uso discreto de estos equipos, que deben alimentarse con pilas de gran carga, suministro sostenido y reducido peso. "Las características que definen a una pila son la cantidad de energía que puede almacenar, la máxima corriente que puede entregar de forma sostenida y la profundidad de descarga que puede extraérsele", esgrime el documento del Instituto Armado.
El modelo seleccionado como preferentes son las pilas de ión-litio que presentan unas bondades respecto a las de níquel cadmio y níquel metal hidruro que las hacen ideales como suministradoras de energía a las balizas. Cuentan con una reducción del tamaño y peso considerable, almacenan más del doble de energía (las pilas de plomo apenas guardan 25 Watios, seis veces menos que una de ión-litio) y suministran la energía que se les solicita de forma sostenida, sin picos ni valles.
Alimentar balizas durante meses
Las pilas de litio pierden, en el peor de los casos, el 5% de la energía acumulada año a año desde su fabricación, frente al 25% del resto de las pilas. "Son el tipo de pilas que han hecho posible la reducción de tamaño de los teléfonos móviles sin obligación de recarga en días y el funcionamiento sin cargador de los ordenadores portátiles, equipos de gran consumo", explican.
De esta forma, los servicios discretos en el Cuerpo (la UCO, el SIGC y Asuntos Internos) indicaron la necesidad de alimentar las balizas durante semanas, incluso meses, para que el objeto balizado pudiera seguir suministrando información fuera de ámbito de acción del agente o bien no fuese necesario estar constantemente cambiando la pila de las balizas.
Asimismo, la Guardia Civil argumenta que el material a suministrar es sumamente necesario ya que los medios de seguimiento utilizados por las Unidades de Investigación requieren este tipo de material para poder operar. "El no disponer del mismo impediría el uso de las balizas de seguimiento, complicando sobre manera la realización de las operaciones policiales. Haciendo las mismas más complicadas y con mayor implicación de medios personales con el riesgo de fracaso de las operaciones que conlleva", concluyen sobre estas pilas que tendrán un coste estimado de poco más de 44.000 euros.