Reacción

Rebelión de altos cargos del PSOE contra la gestión de las «cloacas» en el Gobierno y el partido

Voces de peso empiezan a alzarse contra la respuesta que está dando Ferraz y el Gobierno a los audios de Leire Díez conspirando contra la UCO

Pedro Sánchez y el PSOE se han vuelto a sumergir en una crisis de evolución impredecible con los audios que se han destapado en los que aparecen la militante Leire Díez conspirando contra la UCO para frenar las investigaciones judiciales que hay en marcha contra los socialistas por corrupción. Y encima la sensación generalizada dentro del partido es que se ha gestionado mal. De hecho, se puede casi hablar de rebelión por parte de altos cargos socialistas, que han empezado a salir en cascada públicamente y en privado a rechazar los movimientos liderados por Díez y a criticar la reacción del Gobierno y del partido.

Como es previsible, el más inmediato y contundente ha sido Emiliano García-Page, quien criticó este miércoles que «el partido está tardando, sinceramente, en tomar medidas más tajantes». «Porque ayer el Gobierno y el partido dejaban entrever que no había problema porque no hablaba en nombre del Gobierno, no hablaba en nombre del partido. Ese plural que utiliza ella es lo que a mí personalmente me preocupa muchísimo y me da que pensar», afirmó el barón socialista en una entrevista en «RNE». A renglón seguido, otras voces muy respetadas y con peso dentro del partido también se pronunciaron, aunque con menor contundencia.

Cristina Narbona, presidenta del PSOE, sí admitió que conoce a Leire Díez porque se ocupaba de la comunicación del partido en Santander, aunque también reconoció que se siente «muy disgustada» por los audios que han aparecido. Eneko Andueza, líder de los socialistas vascos, se mostró en la misma línea: «Sus declaraciones están fuera de tono». Hasta el PSC, cauto siempre en estos temas, salió a la palestra de la mano de Pepe Zaragoza: «Hay comportamientos individuales que evidentemente no son ejemplares». Incluso el principal «escudero» del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, no pudo por menos que tildar de «rechazable» el comportamiento de la «fontanera» si se comprueba que obró para desactivar a la UCO.

En privado, la sensación que cunde dentro del partido es de sorpresa y malestar y muchos se preguntan: «¿Quién está gestionando esta crisis? ¿Alguien sabe cómo gestionar lo que seguirá saliendo?». Es decir, hay mucho temor a que sigan saliendo audios más comprometedores todavía y no haya una respuesta planificada que permita controlar la agenda política. También hay mucha perplejidad porque existe la sensación de que se puede actuar con más contundencia frente a Leire Díez. De hecho, algunas fuentes socialistas señalan el artículo 8 del Estatuto del partido, que recoge que si se observa en un militante «una mala conducta cívica o ética» será «sancionado previos los trámites reglamentarios y mediante decisión de los órganos competentes, con medidas que podrán llegar hasta la expulsión en aplicación del régimen disciplinario».

«Con este redactado da margen de sobra para actuar», dicen líderes socialistas consultados por LA RAZÓN. La sensación generalizada es que se ha llegado tarde en esta crisis. Y todas las miradas se dirigen a Santos Cerdán y se critica la falta de coordinación en la respuesta tanto en Ferraz como en Moncloa. Tampoco nadie cree a Leire Díez y sus explicaciones: dice que actuaba así «intentando sacar información para un libro de investigación sobre temas de hidrocarburos». «Si eso es cierto, dices qué editorial te ampara», dicen fuentes socialistas. Ella responde que no dice para quién trabaja para preservar la privacidad de quién la contrata. «Eso no se lo cree nadie», añaden las mismas fuentes.

Pese a eso, Cerdán trata de defenderse y quita importancia a lo sucedido: «Es un militante y nada tiene que ver con Ferraz ni con Organización». «Con un solo brazo, no tengo para tanto mano derecha», ironizó este miércoles acerca de las informaciones que vinculan a la afiliada de la federación de Cantabria con el departamento que dirige en Ferraz. «Por supuesto que no», respondió a la pregunta de si Díez recibía instrucciones de la cúpula socialista a los periodistas.

A pesar de que la dirección nacional del PSOE buscó alejarse de la polémica y vincular incluso al bloque de la derecha con una operación para atacar al PSOE, lo cierto es que la tensión sí empezó a impregnar en Ferraz, que tuvo que ceder a la presión ejercida por voces de primer nivel del partido. Y es que fue sintomático que Ferraz pasara en una misma mañana de negarse a abrir un expediente informativo contra Leire Díez a, horas después, rectificar sus palabras. El departamento de Organización abrirá finalmente una investigación contra Leire Díez, aunque, el propio partido ha rebajado las expectativas sobre el alcance de la investigación, dado que, aseguran, de que el expediente no implica la aplicación de medidas cautelares. «Queremos dejar claro que en el PSOE todos los afiliados tienen deberes, pero también derechos, y que la apertura de este expediente no implica ninguna medida cautelar». Los socialistas, además, ponen distancia con Díez, a la que califican como «afiliada de base».