Sánchez vende como "nueva" la ley de familias de Sumar que se aprobó en febrero

Pedro Sánchez funciona como una aspiradora. Un atrapalotodo. Ante la necesidad de recuperar la iniciativa en una legislatura muy complicada y con el principal partido de la oposición enfocando su atención en las políticas sociales de conciliación, el presidente del Gobierno ha decidido trufar de anuncios su comparecencia hoy en el Congreso de los Diputados. A pesar de que el orden del día estaba marcado por el debate migratorio y la fiscalidad, el jefe del Ejecutivo ha introducido otra variable, anticipando que "en las próximas semanas" el Gobierno de coalición va a trabajar para aprobar "una nueva ley de familias" que incluirá "más derechos para las familias monoparentales, numerosas, de inmigrantes y con miembros con discapacidad". "Queremos impulsar la natalidad", ha señalado.

El anuncio tiene letra pequeña, porque la ley ni es nueva ni tiene sello socialista. La ley de familias es una de las banderas del socio minoritario, Sumar, que ve, una vez más, como el presidente se apropia de sus medidas estrella para tratar de recuperar el pulso político o, en este caso, evitar dejar al Partido Popular espacio para arrebatarle un nicho electoral que hasta ahora han explotado en exclusiva.

La ley no es nueva, la presento el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, el pasado 27 de febrero tras su aprobación en Consejo de Ministros y pese a hacerlo por el proceso de urgencia, para agilizar su tramitación parlamentaria, hasta la fecha no se ha logrado dar luz verde definitiva a la misma. Fuentes del ministerio aseguran que, desde la llegada del texto a las Cortes en el mes de marzo, se ha estado negociando con diferentes grupos políticos para superar la primera fase, la de las enmiendas a la totalidad, que es donde se encuentra actualmente. Hoy mismo, este plazo se ha ampliado una semana más.

"Hoy pactamos con el presidente este anuncio para impulsar las negociaciones", apuntan desde el entorno de Bustinduy, donde aseguran que para el ministro esta cuestión es una "prioridad". Más allá de la natalidad, que es donde ha puesto el foco el presidente del Gobierno, la norma también busca dar una solución a otras preocupaciones como "las altas tasas de pobreza infantil y las dificultades de las familias españolas para poder conciliar". Por tanto, aunque Sánchez lo haya vendido de novedad, lo que realmente se pretende es dar un impulso a una norma que ya se aprobó por el Consejo de Ministros hace ocho meses y lleva siete en el Congreso.

La ley tampoco tiene sello socialista y, de hecho, hasta ahora Sumar se ha encontrado con algunas resistencias para avanzar en políticas de igualdad como la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad. Actualmente se pelea para lograr ampliarlo a las 20 semanas, pero esta cuestión, como la retribución de las primeras cuatro semanas (de las ocho totales) de los permisos parentales para el cuidado del menor están pendientes de la aprobación de los Presupuestos. Ambos extremos están en el pacto de gobierno que rubricaron PSOE y Sumar y pese a que se marcó por parte del socio minoritario como una "prioridad" hace meses, todavía no se ha aprobado.

Con la negociación presupuestaria todavía empantanada y si finalmente las cuentas no salieran adelante por la falta de concurso de Junts, desde Sumar ya anticipan que se buscaría "otra pista de aterrizaje" para logar que salga adelante. "Hoy por hoy trabajamos para que haya Presupuestos, pero nuestra postura es clara, lo firmado debe cumplirse", aseguran.