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Sánchez deja abierta la «vía Bildu» tras el 28-M

El Gobierno ataca al PP para desviar la atención de los pactos con su socio preferente y acusa a Feijóo de «instrumentalizar» a las víctimas

Durísimo choque en el Senado en el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Choque de marcada virulencia electoral y con las listas de EH Bildu trufadas de candidatos vinculados con ETA como telón de fondo. El presidente del Gobierno fue inmune a las continuas andanadas del líder de la oposición que le pedía insistentemente un posicionamiento sobre los futuros pactos con la formación abertzale tras el 28 de mayo.

Una vía que queda abierta, pues ni Sánchez rechazó esta eventualidad ni se refirió explícitamente a Bildu para censurar su estrategia durante una intervención que versó en su totalidad en atacar al PP. Una ofensiva contra el principal partido de la oposición que tuvo como previa, desde el Consejo de Ministros, a la portavoz del Gobierno llegando a equiparar a los populares, en su ««instrumentalización» de las víctimas del terrorismo en campaña, con quienes les causaron tanto dolor.

El Gobierno busca así desviar la atención de su socio prioritario y centrar la ofensiva en la oposición. En esta estrategia, Sánchez dedicó su intervención en el Senado a predicar «diez verdades sobre el PP y el terrorismo» y atacar a Feijóo por su falta de moderación. El presidente acusó a los populares de tratar de revivir a ETA, que «dejó de actuar y dejó de existir, salvo para el PP y para Vox», con fines electoralistas.

Un posicionamiento que, en el golpe más bajo de su intercambio dialéctico, llevó a Sánchez a resucitar el fantasma del 11-M, como ejemplo de «la falta de escrúpulos del PP en la utilización del terrorismo, del dolor de las víctimas y de la mentira, cada vez que se acercan unas elecciones». «Solo tienen que recordar los días 11, 12 y 13 de marzo de 2004. En el mayor atentado de la historia de España y de Europa, el PP con su gobierno al frente, mintió, mantuvo con descaro esa mentira y difamó a las víctimas de esa tragedia por un interés pura y simplemente electoralista. Nadie podría superar aquella infamia. Pero usted con sus palabras hoy parece decidido a igualarlo», espetó el presidente al líder de la oposición.

En su segundo turno de réplica, Sánchez pasó al ataque directamente contra Feijóo por su falta de moderación y por dibujar un escenario catastrofista en lo económico y lo social que no ha llegado a materializarse. «Cuando en España ETA no es nada, para ustedes ETA es todo, porque en su desesperación ETA, aunque no exista, es lo único que tienen», lamentó Sánchez.

Por su parte, Feijóo exigió al jefe del Ejecutivo que se comprometa a no pactar con Bildu en Pamplona, Navarra y Euskadi tras las elecciones del 28 de mayo y le acusó de ser «más generoso con los verdugos que con las víctimas». Tras asegurar que el paso que han dado los siete candidatos de Bildu es por «conveniencia electoral», el líder del PP recordó a Sánchez que quedan otros 37 condenados por terrorismo en las listas de Bildu y le preguntó si «le parece bien que se vayan los que apretaban el gatillo y se queden los que les daban las pistolas».

Por ello pidió que «si lo de Bildu no es decente, tampoco lo es que pacte con ellos» y le acusó de ser más «condescendiente» con el partido de Otegi que con el PP y «más cruel con el PP que con Bildu». El líder del PP destacó, tras el silencio del presidente ante sus interpelaciones, que «no se puede soplar y sorber al mismo tiempo». «Le ha faltado darles las gracias a los asesinos por su generosidad propuesta. ¡Qué pena! 144 años de historia de su partido para acabar al servicio de Bildu. ¡Qué pena en lo que se ha convertido!», criticó.

Fuentes del PP ponen el acento en que Feijóo preguntó hasta en cuatro ocasiones si el presidente está dispuesto a renunciar a sus acuerdos parlamentarios y a los votos para alcanzar gobiernos autonómicos, y Sánchez renunció a concretar ese compromiso. «Esto demuestra que mantiene vigente su alianza electoral con Bildu. La presencia de asesinos en las listas parece que tampoco le quita el sueño a Sánchez», destacan.

Consideran que, en su búsqueda por tapar esa alianza, «Sánchez ha tratado de enfangar el debate de la sesión de control y ha traspasado los límites en democracia. No hay una declaración más indigna pronunciada por un presidente del Gobierno». «Nunca un presidente se atrevió a acusar a un partido constitucionalista como es el PP de desear el mantenimiento del terrorismo etarra en nuestro país y hacer todo lo posible para impedir el éxito en la lucha contra ETA. Si tuviese un mínimo de dignidad, lo rectificaría ahora mismo». Además, destacan que «no hay mayor insulto para el PP, que ha entregado la vida de muchos de sus militantes para defender la libertad en toda España y, concretamente, en el País Vasco frente a las bombas y las pistolas de los socios de Sánchez». Hoy, nueva ración en el Congreso de los Diputados.