Reniega de sus socios

Sánchez quita hierro a la cesión de inmigración a Junts: "El control de fronteras pertenece al Estado"

El jefe del Ejecutivo reniega de sus socios: "Pactar es lo que hace el PP con Vox. En el Gobierno no hay ministros de Bildu o Junts"

Tras una semana convulsa, marcada por el pulso de Junts al Ejecutivo, que no sólo puso en jaque la aprobación de los decretos anticrisis sino que dejó constancia de la debilidad del Gobierno, Pedro Sánchez regresa para hacer lo que mejor se le da: campaña en los medios. Y es que, lejos de dar la batalla en sede parlamentaria, el presidente del Gobierno opta, siempre que puede, por dar la réplica frente a las cámaras y los micrófonos. "Todo lo que tiene que ver con el control de fronteras, así como la lucha contra el tráfico de humanos pertenece al Estado", ha manifestado Sánchez en alusión al polémico pacto con el partido de Carles Puigdemont que permitió sacar adelante su decreto ómnibus.

Así se ha manifestado en una entrevista en "Las Mañanas de RNE", con Íñigo Alfonso, donde ha sido preguntado por esta cuestión y si ese acuerdo con Junts afectará a las competencias de la Policía Nacional, tal y como han denunciado los agentes. Sánchez ha optado por mantenerse en la ambigüedad y lejos de aclarar este asunto ha insistido en su argumentario: "Las políticas de control de fronteras están en manos de la Administración del Estado". Una afirmación que, según explica, no excluye que se llegue a acuerdos con las distintas comunidades autónomas dentro de sus competencias para ver cómo se articula el control de la inmigración irregular.

No obstante, en los últimos días varios dirigentes de Junts se han mostrado a favor de expulsar a aquellos migrantes que sean multirreincidentes y de que el gobierno autonómico tenga capacidad de decisión sobre el reparto de migrantes. Sánchez no ha entrado a valorar estas declaraciones pero ha advertido de que en en lo relativo a las expulsiones y la lucha contra la migración irregular, quien decide es la Administración Central. "Creo que estoy siendo claro", ha aseverado.

Y si bien en estos días también se ha debatido sobre la similitud entre las políticas de inmigración (xenófobas) de Junts y Vox, Sánchez ha defendido a los de Carles Puigdemont, al asegurar que la única formación xenófoba "es la que ha introducido el PP en las instituciones, con Vox". Eso sí, a la hora de explicar las diferencias migratorias entre la formación independentista y la de Santiago Abascal, el jefe del Ejecutivo a tirado balones fuera para reivindicar que "en Cataluña, las políticas de migración son muy distintas a las que aplica Vox, allí donde gobierna", pese a que Alfonso le ha recordado que quien gobierna en esta comunidad es ERC, no Junts.

Sánchez ningunea las críticas de Page

Tampoco ha querido entrar en materia, al ser preguntado por las duras críticas del dirigente socialista Emiliano García-Page, quien llegó a decir que España es un "laberinto sin salida". El jefe del Ejecutivo ha quitado hierro a estas declaraciones y ha desviado su discurso: "Trabajamos sobre coyunturas concretas. Es importante saber cuál es el horizonte de legislatura para los próximos años: creación de empleo, derechos (gracias a las políticas progresistas) y, finalmente, la convivencia". Y es que, a su juicio, y pese a las críticas que llegan incluso desde las filas socialistas, el hecho de que "se incorpore a Bildu, ERC y Junts a la democracia española es una extraordinaria noticia". En este punto, Sánchez ha vuelto a su mantra y ataque contra la formación de Alberto Núñez Feijóo al que acusa de remar a contracorriente y oponerse a "revalorizar las pensiones o bonificar el transporte".

Sin embargo, pese a alabar los avances con los partidos independentistas, Sánchez se muestra reacio a hablar de "pactos" con estas formaciones. "Qué entendemos por pactos. En mi gobierno no hay ningún ministro de EH Bildu, ERC o Junts. Pactar es lo que ha hecho el PP con Vox en algunos gobiernos autonómicos", asevera el jefe del Ejecutivo. Es más, ante la insistencia Íñigo Alfonso sobre el pacto con Junts, que le permitió sacar adelante su decreto ómnibus, Sánchez se ha limitado a decir que más que un pacto "tenemos un acuerdo de entendernos, para facilitar la gobernabilidad y superar una crisis territorial muy complicada".

Ataque velado a Podemos

En esta línea, el presidente del gobierno ha restado importancia a lo que ocurrió el pasado miércoles en el Senado, cuando el Ejecutivo se vio acorralado por Junts. "En un parlamento fragmentado, el lograr votaciones ajustadas en favor de la mayoría es el camino, es la normalidad". Asimismo, en un ataque velado a la formación que lidera Ione Belarra, Sánchez ha recordado que también "hemos perdido un decreto ley muy importante por Unidas Podemos. Podrán descolgarse de medidas y habrá momentos en que estemos en minorías en el Congreso". Una situación que no parece preocuparle: "Yo voy a sudar la camiseta hasta la última gota por conseguir nuestro objetivo de creación de empleo, derechos y convivencia".

Y en ese tortuoso camino de las minorías entra en juego la polémica ley de amnistía, sobre la que Sánchez ha admitido, "tendrá que hacer más pedagogía". Ante la cuestión de si es viable algo que cuenta con el rechazo mayoritario de los españoles, el jefe del Ejecutivo reconoce que "hay mucho escepticismo", como ya ocurriera con los indultos, incluso entre las filas socialistas. Sin embargo, recuerda que "ahí están los resultados en Cataluña: La primera fuerza política son los socialistas".

Una ley de amnistía avalada, a su juicio, por la "realidad", la del 23J. Unas elecciones en las que "los españoles hablaron" y dejaron constancia, ya en el Congreso, de que "querían una ley de amnistía". No obstante, asegura no haber tenido contacto alguno con Carles Puigdemont porque "no se dan las condiciones". O lo que es lo mismo, se reunirá con el expresidente catalán y con el líder de ERC, Oriol Junqueras, "cuando se apruebe la ley de amnistía".

Ataques al PP, a cuenta del CGPJ

El escollo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene un único culpable, a juicio del presidente del Gobierno. Y si bien acepta la propuesta de Feijóo de ponerse en manos de la Comisión Europea, se muestra reacio a renovar el sistema de elección de los jueces, ya que "el PP sólo busca que esa elección no sea refrendada por el Congreso de los Diputados". En este sentido, ha recordado que ya llegó en su día a tres preacuerdos con el PP para renovar el CGPJ, pero desde la formación de Núñez Feijóo lo rompieron "unilateralmente".

El jefe del Ejecutivo cuestiona el papel de Núñez Feijóo y asegura que "no tenemos un líder de la oposición autónomo". Insiste en que cuando gobernó el PP se hicieron dos referendos de independencia, y que desde que él es presidente, "el único partido que no respeta la constitución es el PP". Así, acusa al PP y a Vox de lanzar una cortina de humo sobre la amnistía para tapar lo importante.

Y en esta guerra con el PP, Sánchez ha querido hacer hincapié en la crisis de los pélets, que afecta a las costas gallegas. Acusa a la Xunta, que preside Alfonso Rueda, de "falta total de honestidad, porque han mentido, y también de transparencia". Asimismo, ha insistido: "Nosotros hemos tendido la mano a la Xunta de Galicia".