Galicia

Solicitan 17 años de cárcel para tres miembros de Resistencia Galega

Los acusados se enfrentan a 17 años de prisión cada uno por colocar tres artefactos explosivos en unas instalaciones de ratio y televisión en Vigo. Uno de los cuales explotó y causó desperfectos.

Tres miembros de Resistencia Galega se enfrentarán el martes en la Audiencia Nacional a 17 años de cárcel cada uno por colocar 3 artefactos explosivos en unas instalaciones de radio y televisión en el monte Sampaio, en Vigo, uno de los cuales explotó y causó desperfectos, y otros dos fueron desactivados por la Policía el 7 de agosto de 2012.

Los acusados, Xurxo Rodríguez Oliveira, que ya en juicio se arrepintió del uso de la violencia con fines políticos, Héctor Naya Gil y Diego Santín Montero, serán juzgados ante la sección primera de la Sala de lo Penal en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) por estos hechos, que, según el fiscal Marcelo Azcárraga, podrían haber ocasionado “graves desperfectos, incluso la muerte, a cualquier persona que se encontrara” en las inmediaciones.

Precisamente, el pasado jueves de madrugada se produjo la explosión de un artefacto en la entrada de la Casa Consistorial de Baralla (Lugo), acción que la Guardia Civil consideró propia de Resistencia Galega, grupo al que la Audiencia Nacional y después el Supremo calificó de organización terrorista.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal sostiene que los tres acusados forman parte de “Resistencia Galega” y convinieron la destrucción de la antenas de radio, telefonía y televisión analógicas, de la empresa “Red de banda ancha de Andalucía”, ubicadas en el Monte Sampaio de Vigo (Pontevedra).

Ello “mediante la explosión de dos artefactos fabricados por ellos y confirmados por 36 bombas de palenque conteniendo 1440 gramos” de pólvora negra y cloratada.

En ejecución de sus planes, sobre las 2.30 horas del 3 de agosto de 2012, el acusado Héctor José Naya se desplazó hasta las citadas instalaciones en un Citröen Saxo, propiedad de Diego Santín, “y colocó los artefactos explosivos, uno bajo una torre de telefonía móvil y otro bajo una antena de radio, con la finalidad de destruirlas”.

Sin embargo, no explotaron y decidieron fabricar otros dos que funcionaran “a modo de detonadores de los anteriores, los cuales estaban compuestos por dos petardos tipo ‘Trueno’”, y los adosaron a una botella con litro y medio de gasolina y a una botella de gas butano, “empleando para su ignición mecha de chisquero”, según el escrito del fiscal.

El 4 de agosto, los acusados Naya y Rodríguez Oliveira, se trasladaron de nuevo en el coche de Santín -al que se acusa también de adquirir el material pirotécnico, la gasolina y mecha de chisquero- hasta las citadas instalaciones, donde colocaron “cada uno de estos últimos artefactos junto a los que ya se hallaban allí”.

A las 3.30 horas hicieron explosión los artefactos colocados bajo la antena de radio, ocasionando desperfectos cuya reparación costó 11.197 euros.

El 6 de agosto, Rodríguez Oliveira y Santín enviaron desde un ciber-café un correo electrónico a diversos medios de comunicación reivindicando esta acciones en nombre de Resistencia Galega, lo que hizo que la Policía recogiera los otros dos artefactos que no explosionaron “y cuya detonación habría ocasionado graves desperfectos en la antena y lesiones graves, incluso la muerte, a cualquier persona que se encontrara en sus instalaciones”.

Por estos hechos, el fiscal acusa a los tres de participación en organización terrorista y colocación de artefactos explosivos con finalidad terrorista en concurso con un delito de daños terroristas.