La crisis

Sumar achaca a Pablo Iglesias la ruptura con Podemos

Creen que la crisis interna de los morados «precipitó» su salida y aseguran que trabajaron con «normalidad» hasta horas antes de la crisis

Podemos defiende que no ha tenido más remedio que romper con Sumar para garantizar una voz "valiente" en el Congreso
Podemos defiende que no ha tenido más remedio que romper con Sumar para garantizar una voz "valiente" en el CongresoEuropa Press

La traición todavía no ha sido digerida y las heridas siguen abiertas. La ruptura de Podemos con Sumar sentó como un jarro de agua fría en el núcleo duro de su líder y si bien el martes el proceso era el de asumir el golpe recibido, ayer ya se pasaba al análisis del reparto de las culpas en la ruptura del espacio a la izquierda del PSOE.

Si bien la ruptura en Sumar la esperaban antes o después, en el partido de Díaz tenían muy claro que no iban a ser ellos los que propiciaran este escenario, como ya publicó este diario. No pensaban, tampoco, que fuese a dar tan pronto el choque irreparable de trenes. De hecho, sorprendió el momento en el que se materializó puesto que hasta hora antes habían estado trabajando «con normalidad» dentro del grupo parlamentario. Fuentes de Sumar achacan a la figura de Pablo Iglesias la ruptura. Fue precisamente la web del exlíder morado quien anunció la salida de su partido al grupo Mixto. Una decisión que no fue comunicada con anterioridad ni a Sumar ni al PSOE. Además el anuncio del fin de las relaciones llegó en un día tormentoso para Podemos, justo en la misma jornada en la que estallaba el partido en Madrid con la salida de Jesús Santos de la dirección de la Comunidad de Madrid por el «choque incomprensible» de su partido con Díaz. Creen en Sumar que el paso al mixto es una hoja de ruta dedicada a mostrarse fuertes en un momento de debilidad, en un momento en el que se está visibilizando una cascada de dimisiones dentro del partido morado. Así, resuelven las citadas fuentes, la crisis interna del partido «precipitó» la ruptura con Sumar.

Pero lo más importante ahora en Sumar es frenar que se extienda la crisis y afecte directamente al Gobierno de coalición, por las consecuencias que puede tener el hecho de que Podemos pueda votar con PP y Vox, y en contra del Gobierno. Así, la vicepresidenta Díaz pidió, sin nombrar a Podemos, «altura de miras» y advirtió de que no deben confundirse de «adversario» por «intereses de parte».

Algo que los morados ya han negado. De hecho, ayer, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, llamó al ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, para garantizarle que su partido no tumbará la legislatura. Fuentes de la dirección confirman que el objetivo era tranquilizar al PSOE y que no aspiran a poner en riesgo la legislatura. «Si hubiéramos querido poner en riesgo la legislatura, no nos habríamos presentado a las elecciones con Sumar», esgrimen en la dirección que lidera la exministra de Derechos Sociales». Eso sí, hicieron saber al PSOE que tendrán que negociar de manera bilateral con ellos los Presupuestos Generales del Estado. Eso sí, ya han avisado que no piensan votar en contra del Real Decreto ómnibus que prepara el Ejecutivo para antes de navidades.

En Sumar se reconocen «aliviados» tras la salida de Podemos ante la dinámica de lucha constante en el grupo parlamentario, algo que también comparten en Podemos, donde alegan que se fueron al constatar «la gota que colmó el vaso» que sería no poder intervenir en la comparecencia de Exteriores en el Congreso. Creen que ahora podrán trabajar con autonomía y critican que en Sumar se les negaba la posibilidad de presentar leyes. «Tenían cinco ferraris en un garaje», especifican.

En Podemos se sienten satisfechos con el paso dado aunque reconocen que ha sido «difícil». Fuentes de la formación morada aseguran que no se les dejaba hacer su trabajo parlamentario y que lo que no iban a hacer es «estar calentando el sillón». Discuten con Sumar el término «tránsfugas» que les endosan, y lo niegan puesto que defienden que ellos son un partido y no forman parte de Sumar, a la vez que Sumar no es un sujeto político. De hecho, aseguran que los tránsfugas serían quienes se quedasen en Sumar, porque, recuerdan, en Podemos no se permite la doble militancia.

En cuanto al debate abierto en el propio partido sobre si la dirección del partido ha podido tomar la decisión de manera unilateral de salirse del grupo parlamentario, defienden que sí, puesto que Podemos aprobó una hoja de ruta a principios de noviembre en la que la militancia le otorgaba poder al partido para trabajar con «autonomía política». El partido tomó la decisión a principios de la tarde del martes cuando reunió a su secretariado. Una cita en la que asegura que nadie se opuso a la pretensión morada y en la que, alegan fuentes del partido, tampoco podrían haberse opuesto dado que la decisión afecta al grupo parlamentario. «Las direcciones autonómicas tienen poder al margen de la dirección y nosotras no nos metemos en las decisiones que toman los territorios», se defienden. A pesar de esto, en las filas moradas hay malestar por no haber sometido esta decisión a la militancia, al igual que sí se preguntó a las bases si debían formar parte de la coalición para el 23J.

El optimismo de Podemos también lo comparte Pablo Iglesias, quien ayer se confesó «feliz» por la decisión de su partido y «aliviado». A su juicio, la salida al mixto les hará «hacer valer esos cinco diputados» en el Congreso. «Podemos tenía pocas alternativas, digamos, después de estos meses. No es solamente la cuestión del veto a Podemos en el Gobierno, sino que habían dejado a Podemos sin ninguna capacidad de influencia política en el grupo parlamentario», reprochó.