Política

El desafío independentista

Un mensaje con cohesión

La Razón
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Lo primero que llama la atención de la carta del presidente Rajoy son los párrafos muy largos en los que se encadenan proposiciones que exigen atención especial para no perder el hilo de la argumentación. Combina perfectamente el uso del «yo» para afianzar las posiciones que son estrictamente de la incumbencia personal del emisor de la carta con la primera persona del plural: «debemos hacerlo» cuando el cumplimiento de lo que se afirma requiere obligatoriamente la participación del receptor. El mensaje se manifiesta cohesivo, una idea principal y unas accesorias en las que se habla de diálogo constructivo que no invalida la negación que soporta el «leitmotiv» de toda la epístola. El tono es muy correcto, uso de usted para dirigirse al receptor, como es preceptivo entre dos personas que ostentan cargos de relevancia democrática.