Política

El desafío independentista

Un presidente debilitado ante un reto soberanista incierto

Debilitado por la pérdida de diputados y condicionado por el pacto de legislatura con ERC, Artur Mas inicia hoy su segundo mandato al frente de la Generalitat con el rumbo fijado al reto más difícil e incierto de su carrera: una consulta por la autodeterminación.

Después de semanas de trabajos entre ERC y CiU para cerrar un pacto de legislatura que ha forzado a la federación nacionalista a aceptar nuevos impuestos y fijar el plazo máximo para la celebración de la consulta en 2014, Mas encara un segundo mandato que se augura tan complicado y tan corto como el primero.

Tras haber sido presidente de la Generalitat con el mandato más efímero de la historia reciente (2 años), Mas acudió a las urnas el 25 de noviembre con el objetivo de obtener el apoyo más amplio posible para refrendar su proyecto de convocar una consulta soberanista, pero halló como respuesta una pérdida de 12 escaños, al tiempo que ERC ganó 11 diputados.

Interpretando que los ciudadanos, pese a restar apoyo a CiU, habían votado mayoritariamente a partidos favorables al "derecho a decidir", Mas mantuvo intacto su plan soberanista y apeló a la "corresponsabilidad"de ERC para garantizar la estabilidad en su Govern.

Reacio inicialmente a encorsetarse en un plazo concreto de celebración de la consulta, cedió finalmente ante las presiones de ERC para fijar el referendo en 2014, aunque con una cláusula de prórroga por mutuo acuerdo de ambos partidos.

Amante de los desayunos frugales, muy trabajador y austero, Artur Mas i Gavarró (Barcelona, 1956), licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, se enfiló en la carrera sucesoria de Pujol en 1999, cuando fue nombrado secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC).

En una década, ha pasado de ser el tímido relevo de un hombre de pactos, Jordi Pujol, a convertirse en el líder de una pretendida consulta soberanista para la que, sin embargo, el 25N no logró la "mayoría excepcional"que buscaba.

Cuestionado inicialmente por su falta de carisma, su porte serio y de gestor y su condición de "protegido"de Pujol, dos legislaturas en la oposición curtieron a Mas, ganándose la confianza y el respeto de los suyos como líder, gracias en parte al golpe de efecto de cerrar en 2006 con el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los últimos flecos abiertos del Estatut.

El hito de recuperar el Govern de la Generalitat en las elecciones de 2010 catapultó la figura de Mas dentro de CiU, un partido acostumbrado a estar en el poder y que había pasado dos legislaturas en la oposición.

Los recortes para reducir el déficit y la reivindicación de un pacto fiscal para garantizar la viabilidad de los servicios públicos marcaron la tónica del inicio de mandato de Mas, en el que desarrolló un perfil claramente presidencialista.

Pero los continuos problemas de tesorería de la Generalitat y la negativa del Gobierno de Mariano Rajoy a la propuesta de pacto fiscal -promesa electoral de CiU en 2010-, junto con la masiva manifestación de la última Diada, llevaron a Mas a virar el timón hacia el nuevo objetivo de una consulta popular soberanista.

Padre de tres hijos y casado con Helena Rakosnik, Mas se reconoce a sí mismo como una persona discreta y trabajadora que domina perfectamente el inglés y el francés, lo que utiliza con desenvoltura en sus viajes y entrevistas con medios extranjeros.

Gran amante y conocedor de la literatura y la lengua francesa, Mas confiesa que su libro favorito es "El Principito", de Saint-Exupéry y siente admiración por personajes históricos como Winston Churchill, Mahatma Gandhi y el Papa Juan XXIII.

Declarado seguidor del FC Barcelona, de joven fue futbolista del Sant Cugat, pero actualmente se inclina más por practicar la natación, el tenis y algo de pádel.