Política

País Vasco

«Yo sigo»

La Razón
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Apesar de que algunos pintan el País Vasco como el «País de las maravillas» y aunque algunas cosas han cambiado, aún sigue existiendo el miedo y el día a día para demasiados vascos es similar al de hace 14 años cuando comencé de concejal. Todos los días de mi vida desde que soy casi un crío he tenido que ir con escoltas por defender al PP y a España en mi tierra, Euskadi por plantar cara a los terroristas y a sus representantes en las instituciones me han intentado asesinar tres veces, incluso en una ocasión ETA llegó a tener las llaves de mi casa. Y aunque ahora no matan, y eso siempre es un alivio, ni me fío de ellos, ni bajo la guardia; porque quien no ha tenido escrúpulos para matar mucho menos los tendrá para mentir, como ya han demostrado en demasiadas ocasiones en la historia reciente. Yo no entré en el PP en el País Vasco para que no me maten a mí, sino para acabar de una vez por todas y arrancar de nuestras vidas a ETA, que es la única manera de que la libertad real pueda llegar algún día; mientras tanto, nuestra libertad seguirá secuestrada en sus zulos, con sus pistolas y sus bombas, sibilinamente silenciosas pero igual de amenazantes. Por ello, somos muchos los que seguiremos firmes en nuestra labor hasta lograr que esa libertad sea real y definitiva, codo con codo con otros muchos compañeros que han dado lo mejor de su vida por esta causa y que legítimamente han cedido el testigo para que continúen otros con su labor. Por ello hay que reconocer la labor de personas como Jaime Mayor Oreja, cuya renuncia a continuar como candidato en las elecciones europeas yo no me esperaba y como compañero del partido y del PP vasco en particular, quiero manifestarle mi gratitud por su labor ejemplar en defensa de los intereses de todos los españoles. Asimismo deseo que la gran experiencia que atesora y sus siempre sabias palabras sean escuchadas con atención en el seno de nuestro partido, donde seguirá militando.

Deben saber todos los vascos y todos los españoles que yo sigo pensando lo mismo sobre Bildu, Sortu y sus secuaces, y, como yo, la inmensa mayoría de militantes, votantes y dirigentes del PP. Los de Bildu y Sortu no son demócratas, son los representantes de ETA en las instituciones, donde jamás deberían haber estado y donde están gracias al inmenso error del TC. Y es que sus concejales, alcaldes y cargos son las marionetas de una organización terrorista que no se ha disuelto y que continúa armada, siguen sin condenar ni uno solo de los atentados y asesinatos cometidos por sus pistoleros, que aunque ahora no matan, ni se han arrepentido, ni han pedido perdón, ni han entregado las armas, ni colaboran con la justicia, por lo que la firmeza frente a este mundo debe de ser absoluta, mayor aun si cabe cuando además tratan de humillar a las víctimas de sus horrendos crímenes, a las Victimas del Terrorismo que han sido, son y serán siempre nuestros referentes y los únicos y verdaderos héroes de nuestra democracia. Por ello, me niego a que se coloquen etiquetas a los miembros del PP entre «duros» y «blandos», cuando está en la misma esencia del PP que todos seamos «duros» con los terroristas y «blandos» con las víctimas, y jamás al revés!

Las víctimas del terrorismo son el ADN del PP y el referente de nuestra convivencia, debemos escucharlas siempre con respeto, incluso y sobre todo cuando nos critiquen, no sólo cuando nos aplaudan y además de escucharlas, se debe actuar en consecuencia, aclarando los malentendidos, pidiendo disculpas de los posibles errores y rectificando en la medida de las posibilidades que otorga el estado de Derecho las decisiones y, medidas que generan su desasosiego, y que además, no lo olvidemos nunca, es también el de millones de españoles que nos solidarizamos en su dolor. Rectificar es de sabios y aunque la voluntad sea clara y nítida hay que tener también la modestia y altura de miras para aceptar que no siempre se acierta y todos nos podemos equivocar en alguna ocasión. Debemos reafirmar así el compromiso firme e inherente al Partido Popular de estar siempre con las víctimas para lograr que se sientan arropadas y apoyadas. Porque se lo debemos y porque no se puede pedir más a quien ya lo ha dado todo, hasta la vida, y además ha depositado toda su confianza en el Estado de Derecho, en la democracia y en la Justicia para resarcir su dolor. Somos todos los demócratas quienes tenemos una deuda inmensa y eterna con ellas y en el PP no lo vamos a olvidar jamás.

Por ello, desde el PP respeto profundamente a quienes militan en otros partidos, y puedo decir con orgullo que tengo grandes amigos en la práctica totalidad de los partidos democráticos, con los que he llegado a acuerdos y con los que tengo muchos puntos en común, sobre todo con los concejales de los partidos democráticos en Euskadi (con Bildu y Sortu no) que respetan la libertad y el derecho a la vida de las personas. Respeto la decisión de quienes se han ido a otros partidos, de la misma manera que respeto y agradezco a muchos otros que hoy son algunos de mis colaboradores y que han venido al PP militando anteriormente en otros partidos. Yo tengo claro que pienso seguir en el PP, porque los partidos políticos son instrumentos para mejorar la sociedad, que aglutinan a personas con unas ideas comunes, y considero que donde mejor puedo defender mis ideas es en el seno del PP, y donde más puedo aportar para mejorar la vida de las personas es en el PP, sinceramente, con modestia, con el corazón en la mano y aunque en ocasiones nos equivoquemos.