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10 beneficios de tomar el sol

Siempre que se tome con precaución es saludable

10 beneficios de tomar el sol
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El verano se avecina y con él los días largos repletos de horas de sol. Una buena protección es imprescindible para evitar la dolencias causadas por la luz en nuestro organismo y el fotoenvejecimiento pero... conocías todos los beneficios que el la exposición solar controlada tiene para tu organismo?

El verano se avecina y con él los días largos repletos de horas de sol. Una buena protección es imprescindible para evitar la dolencias causadas por la luz en nuestro organismo y el fotoenvejecimiento pero... ¿conocías todos los beneficios que el la exposición solar controlada tiene para tu organismo? Go-Fit aporta las claves.

Vitamina D

Es uno de los beneficios más populares derivados de la exposición solar. Los rayos ayudan a producir vitamina D en la piel, una vitamina esencial para la salud de tus huesos y dientes ya que favorece la mineralización del sistema óseo, favorece la absorción en el intestino del calcio y el fósforo y evita su pérdida en el riñón.

Ayuda a mejorar tu piel

Está demostrado que tomar el sol ayuda a combatir algunas enfermedades de la piel como el acné o la psoriasis. Para ello la exposición solar debe ser controlada, a primera hora de la mañana o última hora de la tarde y sin sobrepasar los treinta minutos diarios. La piel se equilibra y mejora su aspecto a partir de la primera semana.

Te predispone a estar de buen humor

Los rayos UV aumentan la producción de la serotonina, un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual. En definitiva, una potente arma para combatir el estrés diario, el cansancio o la depresión.

Estimula tus defensas

Numerosos estudios concluyen que el sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o lifoncitos, las células encargadas de la primera defensa frente a la infección.

Regula tu metabolismo

Los baños solares tienen un efecto positivo sobre las glándulas tiroideas y la hipófisis, ayudando a una correcta regulación de la secreción hormonal. Además, regula el metabolismo de la glucosa, reduciendo su concentración en sangre.

Equilibria el colesterol

La luz solar contribuye a metabolizar las grasas. Aunque parezca extraño, las personas que viven en climas soleados presentan menos incidencia de padecer enfermedades cardiovasculares. Se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol, y cuando tomamos el sol disminuye el nivel de colesterol y evita que se pegue a las arterias.

La vitamina D reduce la presión en sangre

La exposición solar provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.

De nuevo, este fenómeno se explica por el rol que juega la vitamina D en nuestro organismo, ya que cuando los niveles de esta aumentan, disminuyen los niveles de hormona paratiroidea, encargada de liberar el calcio de los huesos y regular la presión sanguínea.

Previene el cáncer

La explicación a esta protección natural vuelve a estar en el efecto protector de la vitamina D frente a los tumores. Recientes estudios han encontrado que la luz solar ayuda a proteger no sólo del cáncer de mama y colon, también frente a otros tumores como el de ovario, vejiga, útero, estómago, linfomas y próstata.

Mejora la calidad del sueño

El efecto de los rayos UV sobre otra hormona, la melatonina, se hacen notar en verano. Los niveles de melatonina, encargada de regular el ciclo de sueño, en sangre son más altos durante la noche, cuando no hay luz. Cuando hay luz, la melatonina desciende y nos sentimos más despiertos y activos. Por lo que si quieres aprovechar al máximo las horas del día, nada mejor que aprovechar los efectos despertadores de la luz del sol.

Mejora tu rendimiento cognitivo y la productividad

En línea con el efecto anterior, la luz natural siempre ha delimitado nuestros períodos de actividad al activar nuestro cerebro y mantenernos atentos. La exposición solar se asocia a una mejora de la función cognitiva e incluso hay estudios que la relacionan con un menor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como Parkinson o demencia.