Familia

“Escuchar, recoger los miedos y devolver calma a la mujer embarazada es vital para un buen parto por cesárea”

La matrona Elena Palacio, de HM Nuevo Belén acompaña en las cesáreas como apoyo psicológico a la madre

“Escuchar, recoger los miedos y devolver calma a la mujer embarazada es vital para un buen parto por cesárea”
“Escuchar, recoger los miedos y devolver calma a la mujer embarazada es vital para un buen parto por cesárea”larazon

Parir por cesárea no tiene que ser traumático para la mujer si en el proceso se siente acompañada e informada así como respetada, por el equipo sanitario que la acompaña.

En los últimos años y debido al aumento considerable del número de cesáreas, muy por encima de lo que la OMS y la SEGO recomiendan, se han demonizado de tal manera que su prensa es prácticamente nefasta. Sin embargo las cesáreas tienen una cara amable si el profesional que las lleva a cabo así lo marca. Hablamos con Elena Palacio, una de las matronas de Nacentia, la unidad de parto natural de HM Nuevo Belén.

-¿Qué tipo de conversación debe tener una ginecóloga/matrona con una paciente antes de llevar a cabo una cesárea que sea programada?

-Dudo que haya una conversación “standard” que haya que mantener con una mujer que va a dar a luz. Cada mujer es diferente y cada circunstancia y cada profesional...

Lo primero es siempre la información, la mujer debe conocer cuál es la circunstancia de su parto, alternativas, riesgos y beneficios de cada decisión que se vaya a tomar. Ha de ser una información veraz, suficiente y comprensible. Además el profesional debe mostrarse accesible y responder a las preguntas que la mujer y su pareja necesiten resolver, con el tiempo que sea necesario. Esto permitirá un grado de empatía suficiente entre el profesional y la mujer que garantice la atención integral a la gestante. Esta conversación idealmente será antes del día del nacimiento si la cesárea es programada. Cuando se acerca el momento de la cesárea y la mujer se encuentra ya ingresada es habitual que surjan nuevas dudas e inseguridades así como miedos a una complicación quirúrgica, a que el bebé sufra o a que haya algún resultado no deseado. En esta situación, y en mi experiencia, lo más efectivo es mostrar seguridad y calma por un lado pues los resultados quirúrgicos hoy en día son muy positivos, y por otro cercanía, empatía e incluso contacto. Escuchar, recoger los miedos y devolver calma, reconocimiento de esos sentimientos y una mirada amable, una sonrisa y una mano para estrechar es normalmente un buen calmante para sobrellevar un momento difícil para una mujer que se enfrenta a una experiencia vital extraordinaria en todas las dimensiones.

-En el caso de las de urgencia, normalmente no hay tiempo de dar demasiadas explicaciones pero si se dan el obstetra debería ser lo más claro posible pero sin olvidarse la parte humana, es decir, el miedo que la paciente puede tener en ese instante ante el temor de que algo pueda salir mal. ¿Qué opinión le merece esto?

En cualquier situación, incluso en la más emergente de las cesáreas siempre hay unos segundos para dirigirse a la mujer y su pareja y contarles qué está pasando con claridad y templanza, sin olvidar que ellos son los verdaderos protagonistas de la escena. Estrechar la mano, una mirada amable y un gesto de empatía, no emplean más de unos segundos y se pueden hacer mientras se desconecta el monitor para bajar al quirófano con urgencia. Es una cuestión de actitud, no de tiempo.

-¿Cómo es una cesárea respetada?

-Antes de entrar en la respuesta concreta me gustaría puntualizar que respetar hay que respetar siempre, durante el embarazo, durante el parto, sea cual sea la via o la modalidad y durante el postparto. Y todos entendemos lo que es respetar y lo que es faltar al respeto...

Solemos llamar “Cesárea respetada” a aquella en la que buscamos aproximarnos lo más posible a lo que sería para la madre, el padre y el recién nacido la experiencia de un parto normal, vaginal. Concretamente, permitiremos entrar a la pareja en el quirófano acompañando a su mujer, dándole apoyo y compartiendo juntos la vivencia del nacimiento de su hijo. Una vez que se produzca el nacimiento pondremos al bebé piel con piel con su madre para que puedan beneficiarse de todo lo que les aporta. Cuando haya terminado el acto quirúrgico la “nueva familia” permanecerán juntos en un lugar donde los profesionales puedan garantizar la vigilancia postquirúrgica. En el postparto inmediato se realizarán los cuidados imprescindibles sin interrumpir el contacto piel con piel para facilitar entre otras cosas la instauración de la lactancia si es el deseo de la madre.

-Ustedes ha conseguido que las madres no sean separados de los bebés en las cesáreas mientras éstas terminaban de ser cosidas y pasaban después a reanimación. ¿Fue un camino largo y lleno de dificultades o ya vamos mejorando?

-Afortunadamente y gracias al esfuerzo de muchas familias y de muchos profesionales esto está cambiando poco a poco. Hay mucho tiempo empleado, muchos escritos de denuncia y compromiso, mucha ciencia e investigación detrás de estos avances. Cada vez son más equipos sanitarios y hospitales los que incluyen este tipo de protocolos que dan respuesta al derecho y deseos de cada vez más mujeres. Sin embargo y como todos los cambios, hay personas y estructuras que son más rígidas y se muestran hostiles todavía.

-El Hospital Nuevo Belén de Madrid ha dado un giro enorme en los últimos años en cuestión de atención al parto respetado y no solo en cesáreas sino también en partos. ¿Vamos por el buen camino?

Claro, la “Unidad de Parto natural” es buen ejemplo de ello. Un espacio amable, íntimo, confortable, que invita a la mujer a encontrase a gusto, a vivir su parto a su ritmo, sin prisas, sin restricciones, sin amenazas, acompañada solamente por quien ella desea y necesita a su lado, sin barullo de profesionales entrando y saliendo. Un espacio amplio, con recursos no invasivos, como la bañera, la liana, la pelota suiza, que le ayuden a llevar su parto, sin limitar su movilidad y permitiéndole hacer uso de sus propios recursos de autoanalgesia. Y a la vez un espacio seguro, donde todo lo que puede hacer falta si se presenta una complicación está disponible, al alcance del profesional.

Y todos estos ingredientes, sabemos porque hay evidencia científica de ello, que no solo facilitan que la mujer y su pareja tengan una experiencia positiva de su parto, sino que contribuyen a un parto más seguro, con menos riesgos de complicaciones para la mujer y el bebé.