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Primera infancia

¿Pueden los niños usar lentillas?

Desde los seis años ya se pueden usar aunque lo mejor es que cada niño sea valorado de manera individual sobre si debe o no usarlas

¿Pueden los niños usar lentillas?
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Que las lentillas son más cómodas que las gafas lo sabemos y experimentamos muchos, pero suponen aún una ventaja mayor para los niños. Algunos de los beneficios son que pueden jugar o realizar deporte con ellas sin riesgo a que se rompan, no volver a escuchar “las he perdido al quitármelas”, evitan sufrir acoso o maltrato por parte de otros niños que puedan reírse de ellos por su apariencia, que no quieran ponérselas por creer que no serán aceptados socialmente o por motivos estéticos...

Que las lentillas son más cómodas que las gafas lo sabemos y experimentamos muchos, pero suponen aún una ventaja mayor para los niños. Algunos de los beneficios son que pueden jugar o realizar deporte con ellas sin riesgo a que se rompan, no volver a escuchar “las he perdido al quitármelas”, evitan sufrir acoso o maltrato por parte de otros niños que puedan reírse de ellos por su apariencia, que no quieran ponérselas por creer que no serán aceptados socialmente o por motivos estéticos...

La Universidad Europea de Madrid (UEM) realizó un estudio, del que se extrajeron conclusiones muy interesantes, como que el 7% de los niños con gafas menores de 16 años no practicaba deporte para evitar romperlas o que el 86% se las quitaba para hacer ejercicio.

Además, el 30% de estos menores de 16 que necesitaban corrección audiovisual tenían dificultades para adaptarse a las gafas, ya que su uso impone más limitaciones que las lentillas; igualmente, la posibilidad de sufrir bullying en el colegio ascendía un 35% para aquellos niños que usaban gafas. Por su parte, la Universidad de Ohio llevó a cabo un estudio, que demostró que los usuarios de lentes de contacto de entre 8 y 11 años se encontraban más cómodos con su capacidad deportiva, su apariencia física y su aceptación en la sociedad que los que llevaban gafas.

Los ópticos aseguran que los niños pueden usar lentillas desde los seis años, aunque se han dado casos en que se les han colocado a recién nacidos que las necesitaban por motivos médicos, ayudándoles a mejorar su calidad de vida y sin suceder ningún problema. Se recomienda que comiencen utilizando lentillas diarias, con el objetivo de que el paciente se familiarice y por motivos de higiene, ya que las lentillas diarias son más higiénicas y menos propensas a causar una infección. Solo deben preocuparse de ponérselas por la mañana y tirarlas por la noche. Es preferible que sean ellos mismos, los niños, quienes aprendan a ponérselas y quitárselas, sin ayuda de sus familiares.

Son estos familiares un factor clave, ya que muchas veces no permiten que sus hijos lleven lentillas, por temor a que no sean capaces de mantenerlas limpias o no sean responsables, pero este miedo debe desaparecer, sobre todo utilizando lentillas diarias.

Loopas, el primer servicio de suscripción online de lentillas diarias de reemplazo, encuentra 5 beneficios claros de usar este tipo de lentes frente al uso de gafas:

-La visión periférica es mayor y más natural, evitando distorsiones laterales, al moverse la lentilla con el ojo, por lo que hay una mayor libertad.

-Mejora la capacidad de los preadolescentes de asumir responsabilidades.

-Se evita la posibilidad de coger infecciones.

-Se garantiza higiene y limpieza en cada par de lentillas nuevo.

-Al ser desechables, se evita también tener que inculcar ciertas medidas de higiene al usuario, como limpiar las lentillas mensuales cada día con la solución desinfectante o enjuagar la caja de lentillas.

Para evitar que estos problemas oculares aumenten, sobre todo hoy en día, viviendo en una sociedad en la que nos rodean las pantallas (smartphones, películas, videojuegos...), los expertos recomiendan la regla del 20, 20, 20. Esta quiere decir que se debe hacer un descanso cada 20 minutos, mirando durante 20 segundos a una distancia más lejana, de alrededor de 20 pies (6 metros), cuando trabajemos, juguemos o estudiemos frente a una pantalla. El uso incrementado de estas pantallas perjudica sobre todo a menores de 6 años

El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas ha descubierto que cada vez más pacientes copan las consultas con síntomas de fatiga visual como picores, visión doble, náuseas, dolor de cabeza, ansiedad, vértigos o dificultad de enfoque, por el uso abusivo de estos dispositivos, sufriéndolos más de un 70% de los españoles. Por ello, es también aconsejable usar lágrimas artificiales, parpadear con frecuencia para evitar la sequedad, bajar el brillo de las pantallas y adoptar una postura correcta.

Es importante destacar que siempre se debe acudir a un óptico antes de usar lentillas para revisarse la visión, así como realizar consultas periódicas posteriores. Cabe resaltar que las características y circunstancias de cada persona y sus ojos (graduación, forma del ojo, estilo de vida...) serán diferentes, por lo que es necesario asegurarse siempre de que las lentillas sean las apropiadas.

Pese a los reiterados recordatorios de los especialistas en torno a este tema tan importante, el 72% de los españoles, casi tres de cada cuatro, sufre algún problema visual, pero un 22% declara no haberse hecho una revisión de ojos nunca, según datos del Estudio sobre la visión en España de la Clínica Baviera.