Amores trágicos y vestigios ancestrales: el secreto mejor guardado de O Carballiño

En las riberas del río Arenteiro, a su paso por O Carballiño (Ourense), se alza un imponente conjunto de rocas graníticas conocido como la Pena dos Namorados. Este enclave natural, además de destacar por su singular configuración geológica, encierra una rica historia y una aureola de leyendas que han perdurado a lo largo de los siglos.

El lugar está formado por grandes rocas coronadas por una de ellas que permanece en equilibrio sobre su base erosionada, desafiando el paso del tiempo. Su acceso es sencillo gracias a un sendero que sigue el curso del Arenteiro desde la área recreativa de la Piscifactoría. Desde su cima se obtienen vistas privilegiadas del entorno, y la zona está acondicionada con escaleras que facilitan la llegada al punto más alto, donde se aprecia una explanada que bien pudo haber sido un patio de armas.

Vestigios arqueológicos y huellas históricas

Los hallazgos arqueológicos en sus inmediaciones han llevado a los historiadores a relacionar la Pena dos Namorados con un asentamiento del periodo paleolítico. Las primeras comunidades pudieron considerar este conjunto rocoso como un monumento de carácter mágico-religioso. Además, durante las labores de limpieza y rehabilitación realizadas en 1996 por la Escuela Taller Terras do Arenteiro, se descubrieron restos de una antigua ermita, lo que sugiere la presencia de una construcción religiosa en tiempos medievales.

Los muros hallados y las marcas en las piedras refuerzan la hipótesis de que el lugar pudo haber albergado un asentamiento defensivo en la Edad Media. Estas huellas materiales se suman al encanto y misterio de un paraje que parece haber sido testigo de distintos momentos históricos.

Leyenda de amor y tragedia

La Pena dos Namorados también ha sido fuente de inspiración para leyendas locales. Una de las más conocidas cuenta la trágica historia de amor entre Boán, un joven pagano, y Marta, una cristiana que había perdido la razón de tanto amor. Desesperado por conquistarla, Boán recurrió a una sacerdotisa, quien le entregó una poción con doble efecto: si Marta ya estaba enamorada, perdería por completo el juicio; si no lo estaba, encendería la chispa del amor.

El resultado fue catastrófico. La joven, ya rendida de pasión, enloqueció al beber la poción y terminó suicidándose desde la roca que hoy se alza como mudo testigo de su trágica historia. Una estatua erigida en honor a los enamorados recuerda este fatídico desenlace.

Un rincón pintoresco y simbólico

Actualmente, la Pena dos Namorados es uno de los enclaves más pintorescos de O Carballiño. Su belleza natural, combinada con su relevancia histórica y su carga simbólica, lo convierten en un punto de interés turístico y cultural. Las escarpadas formaciones rocosas, el entorno fluvial y las leyendas que rodean el lugar dotan a este rincón de un encanto singular que invita a descubrirlo.