Historia militar
Así es uno de los tres castillos que custodiaron la ría de Ferrol y que intentaron convertir en hotel
Convertido en Bien de Interés Cultural y de propiedad privada, la fortaleza sigue despertando el interés por su historia y su papel como prisión durante el siglo XX
Asomado a una de las entradas más angostas de la ría de Ferrol, en el municipio de Mugardos, se encuentra el histórico Castelo da Palma. Su origen se remonta a 1597, cuando un plano remitido por el adelantado de Castilla, Martín de Padilla, lo presentaba como pieza clave de un nuevo plan de defensa costera.
Entonces conocido como castillo de San Luis, su misión era proteger el acceso a la ría junto con las fortalezas de San Felipe (Ferrol) y San Martín (Ares), formando entre las tres un temido "tridente de fuego" que disuadía a cualquier escuadra enemiga.
Construido por orden de Felipe II en plena pugna por el control del Atlántico entre España, Francia e Inglaterra, el castillo original contaba con once cañones y fue ampliado en 1731 con nuevas baterías, cuarteles y un frente de tierra amurallado.
A finales del siglo XIX, aquella construcción fue demolida para levantar la estructura actual, mucho más adaptada a las necesidades de la guerra moderna. Las obras comenzaron en 1860 y culminaron en 1896.
El nuevo edificio presenta una organización compleja en varias líneas defensivas. La primera, orientada al mar, incluía baterías acasamatadas distribuidas en dos niveles, protegidas por gruesos muros y abovedadas para resistir el fuego enemigo.
La segunda línea, más elevada, estaba equipada con cañones Krupp de mayor calibre y disponía de artillería dispuesta a barbeta, es decir, a descubierto. Por tierra, la entrada al castillo está protegida por un foso y una puerta con puente levadizo. El frente de gola, con planta en forma de V, incluye pabellones para oficiales, una capilla y una galía con aspilleras.
El conjunto se complementa con otras construcciones auxiliares, un faro baliza instalado en 1862 para advertir del bajo calado en la zona conocida como A Palma, y un sistema de raíles documentado en 1896 que facilitaba el transporte de artillería pesada. El granito local fue el principal material constructivo, con distintas calidades según la zona.
Durante la Guerra Civil, el castillo cambió su función para convertirse en prisión militar. Aquel uso se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. Entre 1981 y 1983, albergó como recluso al teniente coronel Antonio Tejero, uno de los protagonistas del intento de golpe de Estado del 23-F.
En la década de 1990, el Ministerio de Defensa dejó de usar la fortaleza y la vendió a una sociedad inversora con la intención de transformarla en un hotel. Sin embargo, el proyecto no llegó a concretarse.
El castillo, declarado Bien de Interés Cultural en 1994, permanece hoy cerrado la mayor parte del año, aunque el Ayuntamiento de Mugardos organiza visitas guiadas durante la temporada alta.