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Desalojo

La casa maldita vuelve a ser noticia: desalojado el último ‘okupa’ del chalé del crimen de Asunta

La vivienda de Montouto lleva años encadenando intrusiones, destrozos e incluso un incendio

Imagen de la casa en Teo larazonArchivo

Más de diez años después del crimen que sacudió a todo el país, el chalé de Montouto en el que, según la sentencia, se cometió el asesinato de Asunta Basterra, ha vuelto a convertirse en foco de atención.

Este martes, efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Teo han desalojado al okupa que residía desde hace más de un año en la vivienda, cerrando una etapa más en la historia de abandono y conflictividad del inmueble. El operativo comenzó a las 12.30 horas y concluyó poco antes de las 14.00, sin incidentes y con la colaboración del hombre desalojado, según fuentes consultadas por Europa Press.

El dispositivo incluyó también la presencia de Protección Civil, que tuvo que intervenir debido a los varios perros que el ocupante tenía en la finca. Finalmente, no fue necesario trasladarlos a la perrera: él mismo se hizo cargo de los animales antes de abandonar el lugar. A la actuación asistió personal del juzgado y la actual propietaria, la amiga de Rosario Porto que heredó el inmueble tras su muerte.

Crimen y abandono

La noticia reabre la historia de una de las propiedades más morbosas del mercado inmobiliario gallego. El chalé —400 metros cuadrados construidos en una finca de 10.000 metros, con piscina, pista de tenis y hórreo— había salido a la venta ya antes del asesinato, con un precio cercano al millón de euros fijado por Rosario Porto.

Pero su valor cayó en picado tras septiembre de 2013, cuando la investigación judicial concluyó que Asunta había sido asesinada en esa casa, un episodio que paralizó al país y que acabó con la condena de sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra.

El precio del inmueble se redujo primero a medio millón y finalmente se vendió por mucho menos, en una operación realizada con la máxima discreción. A la pérdida de valor contribuyó de forma decisiva su trágica historia… y su penoso estado, fruto de años de okupaciones sucesivas, destrozos y hasta un incendio declarado en 2020.

Para completar un cuadro casi macabro, en los últimos años la vivienda se había convertido en refugio ocasional de personas con antecedentes, lo que motivó varias intervenciones policiales y denuncias por intrusión.

La heredera del patrimonio inmobiliario de Rosario Porto, su amiga Teresa, había reclamado al juzgado la expulsión de los últimos ocupantes y, tras numerosos episodios, hoy se ha ejecutado el desalojo definitivo.

El crimen de Asunta

El caso Asunta continúa siendo uno de los crímenes más recordados de la crónica negra española. El 21 de septiembre de 2013, el cuerpo de la niña apareció en una pista forestal de Teo. La investigación concluyó que había sido sedada y asfixiada y que el crimen se había cometido en el chalé de Montouto, donde se hallaron restos clave para incriminar a sus padres. La sentencia fijó que ambos participaron en la muerte de su hija adoptiva, aunque Alfonso Basterra siempre mantuvo su inocencia.

Rosario Porto, quien heredó la vivienda de sus padres, se suicidó en prisión en 2020. Fue su amiga Teresa, una de las pocas personas que la visitaban regularmente, quien pasó a gestionar el legado inmobiliario, entre ellos el piso de Doutor Teixeiro —donde vivían madre e hija— y el propio chalé, convertido en un símbolo trágico y casi maldito.