Un hombre acusado inicialmente de un delito de agresión sexual, por violar a una mujer mientras dormía en su domicilio en Vigo, ha evitado finalmente la entrada en prisión tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular que ha rebajado la calificación del delito y ha permitido la aplicación de atenuantes.

El pacto se cerró este martes en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, durante la celebración de una vista de conformidad.

El procesado, que se enfrentaba a una posible condena de diez años de cárcel, ha admitido los hechos y ha sido condenado por un delito de abuso sexual, en lugar de agresión sexual, al aplicársele el Código Penal anterior.

Además, se le ha reconocido la atenuante de reparación del daño tras consignar antes del juicio los 16.000 euros que se le reclamaban en concepto de responsabilidad civil. También deberá abonar otros 3.500 euros en costas judiciales.

La pena acordada es de dos años de prisión, cuya ejecución ha quedado suspendida por el mismo período siempre y cuando el condenado no vuelva a delinquir. Entre las medidas impuestas se incluye la prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima durante diez años, la inhabilitación para ejercer oficios que impliquen contacto con menores, y cinco años bajo régimen de libertad vigilada, en los que deberá someterse a un programa de reeducación sexual.

Hechos

Los hechos se remontan al 18 de diciembre de 2021. Aquella noche, víctima y acusado coincidieron en varios locales de la zona vieja de Vigo, donde consumieron bebidas alcohólicas.

Según el escrito de acusación, el procesado intentó besar a la mujer en uno de los establecimientos, sin su consentimiento. Posteriormente, le ofreció una cerveza, que, sumada al resto del alcohol ingerido, provocó que la joven entrara en un estado de somnolencia.

Aprovechando esa situación, el acusado la llevó a su vivienda, donde mantuvo relaciones sexuales con ella mientras dormía, sin capacidad ni voluntad para prestar consentimiento. Al despertar, la víctima le pidió que se detuviera. Salió del domicilio alrededor de las 10.30 de la mañana siguiente.

Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió un trastorno adaptativo-reactivo mixto que requirió tratamiento psicológico y ha sido diagnosticada con un cuadro clínico postraumático crónico de grado moderado.