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Desafiando los mitos: descubre los alimentos congelados sin pérdida de calidad nutricional

Los congelados son una opción conveniente y saludable para aquellos que buscan conservar la calidad nutricional de sus alimentos

Desafiando los mitos: descubre los alimentos congelados sin pérdida de calidad nutricional
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La congelación de alimentos ha revolucionado la forma en que consumimos y almacenamos nuestros productos alimenticios. Más allá de la simple comodidad que ofrece, los alimentos congelados pueden preservar la calidad nutricional de los alimentos de una manera asombrosa. Prácticamente todos los hogares españoles (un 99%) incorporan alimentos congelados en su dieta cotidiana, representando un 6% de sus compras habituales.

Ventajas de los alimentos congelados

Los alimentos congelados ofrecen varias ventajas que los hacen atractivos tanto para los consumidores como para la industria alimentaria. Mantienen sus propiedades nutricionales mejor que los alimentos frescos en la mayoría de los casos. Además, la congelación prolonga la vida útil de los alimentos, permitiendo que disfrutemos de productos fuera de temporada y reduciendo los riesgos de contaminación alimentaria. Esto, a su vez, contribuye a la disminución del desperdicio de alimentos.

¿Qué compran las personas?

En términos de gastos, los helados lideran la lista en la categoría de alimentos congelados, seguidos de cerca por los alimentos preparados. Sin embargo, en tercer lugar se encuentran las verduras y hortalizas, que han experimentado un aumento significativo en su consumo. Los pescados y mariscos también ocupan un lugar importante en la elección de alimentos congelados.

Mitos sobre los alimentos congelados

A pesar de sus numerosas ventajas, existen mitos persistentes en torno a los alimentos congelados. Uno de los más comunes es la creencia de que son de menor calidad que los alimentos frescos o que pierden nutrientes importantes, como las vitaminas, durante el proceso de congelación. Sin embargo, la realidad es que la congelación puede ser un método muy efectivo para preservar alimentos.

Conservación de nutrientes

Los alimentos congelados, en particular las frutas y verduras, pueden mantener la mayoría de sus nutrientes cuando se congelan poco después de la cosecha. En algunos casos, los productos congelados pueden incluso superar a los productos frescos en términos de contenido nutricional. Por ejemplo, en fresas, zanahorias, espinacas, guisantes y brócoli, los niveles de vitamina C son comparables a los alimentos frescos, y en algunos casos, incluso más altos.

Pescados y mariscos de calidad

La congelación rápida de pescados y mariscos después de la captura es esencial para preservar los valiosos ácidos grasos omega-3. Los avances en tecnología de congelación han minimizado los cambios en la calidad de estos productos, y en muchos casos, los consumidores no pueden distinguir la calidad de un producto congelado de uno fresco.

Carnes

La carne congelada, especialmente si se congela a bajas temperaturas poco después del sacrificio, tiende a mantener un buen perfil nutricional, incluyendo proteínas, hierro y vitaminas del complejo B. Aunque la textura de la carne puede cambiar durante la congelación y descongelación, esto puede hacer que la carne resulte más tierna.

Legumbres y cereales

Alimentos como judías, arroz y pasta cocida pueden congelarse con pérdida mínima de nutrientes, aunque la textura puede verse afectada durante el proceso de descongelación. La velocidad de congelación y la temperatura de almacenamiento son factores clave para minimizar la pérdida de nutrientes y las alteraciones en la textura de los alimentos.