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Gastronomía
Dónde hace check in Manu Nuñez... en las Islas Columbretes, donde disfruta de la langosta autóctona
Es un manjar difícil de conseguir, que el chef de Besta desconocía y ahora lo degusta con alioli y con romesco

Besta propone una experiencia gastronómica única al fusionar las despensas de Galicia y Cataluña integrando las tradiciones y sabores de ambas regiones de manera auténtica y creativa. Este concepto se sustenta en la conexión emocional de sus cocineros, Manu Núñez y Carles Ramon, cuyas raíces y vivencias enriquecen cada elaboración. Su propuesta gastronómica, reflejada en dos menús (72 euros) y (95), explora la riqueza de sabores marinos y terrestres con productos como la gamba blanca, las navajas gallegas y los pescados de lonja. El pez limón, el bonito del norte, las sardinas, el salmonete, las verduras y la fruta de temporadas son los productos fetiche de verano de Manu con los que prepara unos platos ligeros y refrescantes, lo mismo que la berenjena blanca, que hace a la brasa y sirve muy fina, sin pepitas y con mucho sabor. Cuando se escapa al Delta del Ebro, disfruta de la gamba roja a la brasa, de calibre mediano y pequeño. Asimismo, pone en el mapa gastronómico Tortosa, donde se encuentra el bar-restaurante Cristal. Además del citado crustáceo, tan apreciado por su sabor y textura, aquí es donde el chef no se priva del popular chapadillo de anguila del Ebro. Se trata de una receta autóctona que para prepararla primero se abre en canal el pescado, se conserva en sal y lo deja secar al sol con una pizca de pimentón. El destino es un espectáculo de por sí, así que nos sigue dando pistas, ya que, en el corazón del parque natural, a menos de dos kilómetros de la playa del Trabucador y a pocos metros de la laguna de La Tancada, se encuentra el camping del mismo nombre. Manu nos señala este lugar paradisíaco porque allí, en el restaurante familiar, ha comido el mejor arroz con langostinos de Vinaroz, otro productazo que acostumbra a degustar cocido o templado.
Longueirones y vermut
Nos recuerda que la tallarina, también conocida como coquina o tellina, es un molusco bivalvo muy apreciado, que a Manu le gusta pedir en el chiringuito de la playa de L’Estany. Jamás se priva de una ensalada de tomate, de unas sardinas, de un arroz o de unas gambas. Recetas todas para tomar con un espumoso o con algún ejemplar de Terra Alta, una denominación de origen con una zona de producción y elaboración situada al sur de Cataluña, entre el río Ebro y la frontera con tierras aragonesas: «Hay gente haciendo muy buenos vinos», añade. Entre ellos, nos recomienda una garnacha blanca «súper fresca e interesante», de Altavins. Herència Altés y Celler Lafou. Durante nuestra conversación, seguimos en L’Ametlla de Mar, donde sentarse a la mesa de La Llotja es obligado y donde Marc Miró es especialista en reinterpretar la cocina del mediterráneo y del atún rojo. Aún mantiene en la memoria las recetas con éste como protagonista, pero también de la escórpora al horno y de la gallineta. Sin embargo, hay otra joya marina desconocida, que le vuelve loco. La disfruta en las islas Columbretes, a 49 kilómetros de distancia de la costa, concretamente de Oropesa del Mar. Pertenece al municipio de Castellón de la Plana: «Hay una persona con licencia para capturar una langosta, que es brutal y difícil de conseguir». Acostumbra a pedirla gratinada con una mezcla de alioli y romesco, que no la estropea, porque tiene muchísimo sabor. No la conocía y le parece un manjar exclusivo. A Manu le encantan los chiringuitos, lo reconoce, así que visita El Bohemia, en la playa de Santa Llúcia, en El Perelló, un local que fusiona entorno, buena comida y el ritmo para convertir ese paisaje en un reclamo turístico. Se encuentra en un pinar, así que acudir a los conciertos es un planazo. Tras la escapada, sepan que de la zona del Delta deben regresar a casa provistos de anguila ahumada, de canyuts y de longueirones para disfrutar con un vermut de Reus en mano.
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