“Maridaje vitivinícola”

Nuevos aires del Marco de Jerez

Santiago Jordi propone tres proyectos diferentes con carácter que transmiten identidad, entorno y suelo de albariza: Patrick Murphy, Hacienda la Quintería y Finca Los Pinos

Patrick Murphy Bota Valentina
Patrick Murphy Bota ValentinaCarmen Fuentes Comunicación

Santiago Jordi representa un nuevo panorama vinícola en Cádiz. Variedades blancas tradicionales como palomino jerez, perruno, mantúo de pilas, doradilla, cañocazo… o tintas como tintilla de rota, melonera son elaboradas de manera única e irrepetible en botas de 36 arrobas que han contenido diferentes crianzas de jereces y con crianzas estáticas. Sin dejar de lado la apuesta por las castas universalmente reconocidas como petit verdot, syrah o pinot noir para ofrecer un futuro distinto a esta afamada zona de grandes vinos donde la historia con el paso del tiempo y el cambio del clima, dan una segunda oportunidad.

Todas ellas provienen de los diferentes y reconocidos pagos del Marco; tal como su autor indica, los grandes cru jerezanos que, como Balbaína, Trebujena, Montealegre, Macharnudo… comparten un nexo común, el suelo de albariza. Así se presenta el universo de Santiago Jordi, un mundo abierto al conocimiento de la tradición, pero siempre atento a "Los nuevos aires del Sur".

Conoceremos aquí tres proyectos diferentes, pero con una filosofía clara de su autor, elaborar vinos con carácter que transmitan identidad, entorno y suelo, redefiniendo las reglas preestablecidas con audacia. Patrick Murphy es el respeto por las elaboraciones tal y como se hacían antiguamente; vinos de pasto a partir de variedades autóctonas, con crianzas estáticas en botas de diferentes jereces. Una vuelta a lo antiguo con el respeto a la sostenibilidad y los avances

actuales.

Hacienda la Quintería se basa en la elaboración de varietales autóctonos y universales en los diferentes tipos de albariza de los pagos del Marco de Jerez, bajo la técnica del reinjerto de viñedos longevos. Esto es una consecuencia clara del enorme conocimiento de Santiago Jordi del medio en el que se mueve; pagos, tipología de suelos, técnicas de cultivo y una climatología extrema y variable dependiendo del pago donde se encuentre el viñedo.

Sin duda estamos ante lo que podría suponer la apuesta del nuevo “maridaje vitivinícola” del sur de Europa.

Finca Los Pinos es el proyecto más personal de su autor. Dos hectáreas en su finca familiar originaria de 1974 en el Pago de Jerez Superior más al este de la ciudad, el Pago de Montealegre, y que Santiago Jordi decidió años más tarde redirigir de forma experimental con variedades tintas, convirtiéndole pese a su juventud en uno de los pioneros de la provincia gaditana en cultivar y elaborar tintos únicos y singulares.

Patrick Murphy

Este proyecto se fundamenta en la elaboración de vinos de pasto a partir de las variedades principales autóctonas y minoritarias, como palomino, perruno, mantúo, cañocazo, entre otras, que ya existían y que actualmente se están recuperando. El objetivo es reproducir la tipicidad intacta de los pagos que conforman el terroir, tal como se vinificaba hace dos siglos, con crianzas estáticas y sin adición de alcohol. Las elaboraciones resultan únicas e irrepetibles, realizadas en botas de 36 arrobas que previamente criaron diversos tipos de jereces.

Patrick Murphy era un granjero de origen irlandés reconvertido a viticultor y afincado en Jerez desde el año 1730. Enamorado de esta tierra y su cultura adquirió viñas emblemáticas en la zona como Almocadén y el primer casco de bodega de lo que hoy es la afamada firma Pedro Domecq. Con amplio conocimiento del funcionamiento de mercado, donde los comerciantes ingleses compraban el vino del año y lo envejecían en los puertos de destino, decidió pleitear con las administraciones y el sistema burocrático del momento, logrando conseguir junto a su amigo de origen francés, Jean Nebot Haurie (el cual siguió desarrollando este proyecto tras la muerte temprana de Patrick) que los vinos se guardasen antes de su venta en origen y adquiriesen el valor económico y cualitativo

que otorgan las crianzas mixtas de nuestro singular marco. Son 600 botellas de cada una de estas presentaciones:

Patrick Murphy M. Lara. Palomino fino de viñas de 80 años con crianza biológica en bota de fino durante 18 meses. Pago Añina. Suelo de albariza de barajuelas.

Patrick Murphy Bota Ambrosi. Palomino fino de viñas de 28 años con 12 meses de crianza biológica y 12 meses de crianza oxidativa en bota de palo cortado. Pago Balbaína. Suelo de albariza de lentejuelas.

Patrick Murphy Bota Valentina. Palomino fino de viñas de 30 años con crianza biológica en bota de amontillado durante 24 meses. Pago Macharnudo Alto. Suelo de albariza de tosca cerrada. Son 35 euros la botella pero rentables en boca.

Patrick Murphy J. Cordero. Perruno de viñas de 30 años con crianza oxidativa en bota de oloroso durante 12 meses. Pago Dulce. Suelo de albariza de antehojuelas.

Patrick Murphy Henley. Palomino fino de viñas de 35 años con 12 meses de crianza oxidativa y biológica en bota de amontillado. Pago Trebujena. Suelo de

albariza de antehojuelas.

Patrick Murphy Cachón. Palomino fino de viñas de 35 años con 24 meses de crianza biológica intermitente en bota de manzanilla. Pago Bilbaína. Suelo de

albariza de lentejuelas.

Hacienda La Quintería

Proyecto diseñado con el convencimiento íntegro de su creador en que el Marco de Jerez es único e inigualable para elaborar los mejores vinos tranquilos dada la singularidad de su terruño y su situación geográfica. Elaboraciones tanto de monovarietales de castas blancas como tintas, siendo éstos de origen autóctono o de

aquellos varietales universales que mejor se han adaptado a Jerez. Un proyecto pionero en la zona en cuanto a su magnitud, con el único afán de transmitir la exclusividad de los suelos milenarios a través de las diatomeas y los diferentes tipos de albariza de los pagos del Marco que, junto a las singulares condiciones climáticas, recrean vinos excepcionales y únicos en limitadas producciones.

Hacienda La Quintería Blanc de Noir. Pinot Noir de viñas de 12 años. Pago Añina. Suelo de albariza. Edición limitada de 1.250 botellas.

Hacienda La Quintería Rosado Tintilla. Tintilla de Rota de viñas de 21 años. Pago Montealegre. Suelo de albariza. Edición limitada de 1.600 botellas.

Hacienda La Quintería Rosado Petit Verdot. Petit Verdot de viñas de 21 años. Pago Montealegre. Suelo de albariza. Edición limitada de 750 botellas.

Hacienda La Quintería Pago Añina. Chardonnay de viñas de 10 años con 6 meses de crianza sobre lías. Pago Añina. Suelo de albariza de antehojuelas. Edición

limitada de 607 botellas.

Hacienda La Quintería Pago de Balbaína en Bota Jerezana. Palomino de viñas de 30 años con 8 meses de crianza sobre lías en bota jerezana. Pago Balbaína. Suelo de albariza de lentejuelas y barajuelas. Edición limitada de 1.320 botellas.

Hacienda La Quintería Syrah Pago de Balbaína. Syrah de viñas de 38 años con 18 meses de crianza en barrica de roble francés. Pago de Balbaína. Suelo de albariza de lentejuelas y barajuelas. Edición limitada de 8.520 botellas.

Hacienda La Quintería Pago de Balbaína en Barrica Francesa. Palomino de viñas de 30 años con 8 meses de crianza sobre lías en barrica francesa. Pago de Balbaína. Suelo de albariza de lentejuelas y barajuelas. Edición limitada de 1.242 botellas.

Hacienda La Quintería Tintilla de Rota Pago de Balbaína. Tintilla de Rota de viñas de 15 años con 14 meses de crianza en barrica de roble francés. Pago de Balbaína. Suelo de albariza de lentejuelas y barajuelas. Edición limitada de 1.149 botellas.

Hacienda La Quintería Pago Montealegre 2018. Petit Verdot de viñas de 21 años con 20 meses de crianza en barrica de roble francés. Pago de Montealegre. Suelo de albariza de tosca cerrada. Edición limitada de 2.250 botellas.

Hacienda La Quintería Pago Montealegre 2016. Petit Verdot de viñas de 21 años con 36 meses de crianza en barrica de roble francés. Pago de Montealegre. Suelo de albariza de tosca cerrada. Edición limitada de 848 botellas.

Finca Los Pinos

El proyecto más personal de Santiago Jordi donde, tal y como él mismo transmite, la energía y las sensaciones de equilibrio paseando entre su viñedo son las mismas que expresan sus vinos armonizados en la copa. La singularidad del Pago de Montealegre, donde hasta un 18 % de caliza activa se adueña de la tosca de albariza, acompañado del clima a caballo entre el mediterráneo y el atlántico según los vientos dominantes, hacen que tanto la petit verdot como la tintilla de rota, alcancen su máxima expresión bajo el atento cuidado de su creador.

Finca Los Pinos Assemblage. 50% Tintilla de Rota y 50% Syrah de viñas de 25 años con una crianza en barricas de roble francés durante 18 meses. Suelo de albariza de tosca cerrada y nódulos de caliza de hasta un 18%. Edición limitada de 2.950 botellas.

Finca Los Pinos Tintilla de Rota. Tintilla de Rota de viñas de 25 años con una crianza en barricas de roble francés durante 26 meses. Suelo de albariza de tosca

cerrada y nódulos de caliza de hasta un 18%. Edición limitada de 1.148 botellas.

Finca Los Pinos Petit Verdot. Petit Verdot de viñas de 20 años con una crianza en barricas de roble francés durante 30 meses. Suelo de albariza de tosca cerrada y nódulos de caliza de hasta un 18%. Edición limitada de 864 botellas.

Santiago Jordi, un precursor singular

Nacido en 1977 en Jerez de la Frontera, es uno de los mejores conocedores de los vinos y suelos de la región de Cádiz. Su trayectoria, marcada por la

experimentación y la búsqueda constante de la excelencia, le ha convertido en una figura destacada en el mundo de la vitivinicultura. Su filosofía, arraigada en la territorialidad y la búsqueda de la singularidad, se refleja en cada botella que lleva su nombre.

Ingeniero agrónomo y licenciado en Enología y Viticultura por la Universidad de Cádiz, ha tenido una trayectoria profesional amplia tanto a nivel nacional como internacional. Asesor enológico de diversas bodegas punteras de la zona también hace sus pinitos en lugares tan extraordinarios como Irlanda o Chile.

Ganador de la Nariz de Oro en 2009 y durante diez años presidente de la Federación Española de Asociaciones de Enólogos, actualmente es el presidente de la Unión Internacional de Enología, cargo que compagina con su participación en las comisiones de trabajo de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y de la Plataforma de Tecnología del Vino (PTV).