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Alimentación

Qué es la kombucha y cómo prepararla en casa

Esta bebida es el fermentado más versátil que existe y se puede consumir en cualquier momento del día

La kombucha es una bebida que se elabora a base de té endulzado que es fermentado DreamstimeDreamstime

En los últimos años se ha puesto de moda una bebida natural que ya compite de tú a tú con los refrescos tradicionales de las multinacionales. Y es que, la kombucha o té azucarado fermentado es la bebida preferida de este milenio.

No es que sea nada nuevo, ha sido usado como remedio ancestral durante siglos y muchos le atribuyen una mejor función intestinal con ramificaciones inesperadas en el bienestar físico y mental.

Beneficios de la kombucha

La kombucha tiene muchos beneficios, por ejemplo: promueve la flora intestinal saludable, facilita la función hepática, estimula el metabolismo, alivia las migrañas, aumenta los niveles de energía y mejora la digestión, entre otros. Sin importar si tu alimentación es vegetariana, paleo, kosher o vegana, la kombucha puede convertirse en un añadido saludable y cualquiera puede añadirla a su dieta para tener más bacterias y levaduras beneficiosas para su cuerpo.

KombuchaFreepik

Entre los últimos tiempos, un equipo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), ha descubierto nuevos beneficios de esta bebida. Según su investigación, las bacterias y otros microorganismos propios de la kombucha fomentan cambios intestinales en el metabolismo de las grasas que desencadenan efectos beneficiosos similares a los del ayuno intermitente. En concreto, este trabajo confirma que esos microorganismos alteran la expresión de genes involucrados en el metabolismo de las grasas. Lo cierto es que los resultados de este estudio, publicado en la revista «Plos Genetics», no son directamente extrapolables al ser humano porque se han obtenido en animales de laboratorio, pero supone un avance muy importante para seguir profundizando en la investigación de este producto.

Recetas de kombucha

Hay cientos de recetas de kombucha con múltiples combinaciones de sabores

La kombucha es el fermentado más versátil que existe, se puede consumir en cualquier momento del día, se puede preparar tan dulce o ácida como se quiera, está igual de deliciosa con sabores salados o dulces. Muchos lo utilizan para sustituir los refrescos o las bebidas alcohólicas. Beber kombucha también puede reducir la ingesta de cafeína y azúcar.

Kombucha con Scoby

Casi todo el mundo utiliza la técnica por tandas cuando empieza su aventura preparando kombucha. Es el procedimiento más básico: preparar la solución nutritiva (el té azucarado), añadir el cultivo Scoby (colonia simbiótica de bacterias y levaduras ) y el líquido iniciador, y dejar que la bebida se fermente. Cuando está lista, embotellar y repetir. La técnica por tandas es ideal para cantidades pequeñas y es una opción excelente para los que quieren controlar con precisión el sabor de la kombucha.

Pasos para preparar 4L de kombucha

Calienta un litro de agua por debajo del punto de ebullición. Combina el té con agua caliente en la olla, en un recipiente separado o en el recipiente de fermentación. Dejar reposar entre 5 y 15 minutos y retira las hojas de té

Añade el azúcar al té caliente, y revuelve hasta que haya disuelto por completo

Vierte los 3 litros de agua fresca restante y añade el té azucarado. Si la temperatura es mayor a la corporal (38º) cubre con un trapo limpio y espera que esté a temperatura ambiente

Coloca el Scoby (Cultivo simbiótico de bacterias y levaduras) en la solución del té. Vierte el líquido iniciador encima de él. Esto acidifica el té y protege de posibles patógenos.

Cubre el recipiente con una trapa traspirable y colócalo en un lugar cálido (entre 24 y 29º). Recuerda que es un cultivo de organismos vivientes.

Deja que el té fermente entre 7 y 21 días. Después de 5 días, puedes empezar a probarla una vez al día con una pajita o con un vaso de chupito.

Cuando la kombucha alcance el sabor que más te guste, estará lista para embotellar. Antes de embotellar guarda al menos una taza de líquido iniciador para la siguiente tanda y viértela en un cuenco limpio. Después traslada el Scoby al cuenco, cubre con un trapa y reserva.

La kombucha ya se puede beber con o sin sabores. Después existen técnicas más avanzadas de dar sabor, filtrar y madurar en botella.

Para empezar la siguiente tanda, utiliza uno a ambos SCOBY, ya sea el original o el que ha salido en la última tanda, con el líquido iniciador.

Ideas para dar sabor a la kombucha

La kombucha tiene un sabor agradable, pero añadirle sabores es una de las partes más divertidas del proceso. Con imaginación, puedes hacer kombucha del cualquier sabor: desde astringente hasta superácida. Puedes ponerle muchos ingredientes y hacerlo de distintas formas, te dejamos algunos ejemplos de lo que puedes ponerle para descubrir qué sabor es tu favorito:

Frutas: Albaricoque, arándanos, bayas de saúco, calabaza, caqui, cereza, ciruela, dátiles, frambuesa, fresa, guayaba, higo, kiwi, kumquat, lichi, lima, limón, mandarina, mango, maracuyá, melón verde, mora, naranja, papaya, pera, piña, plátano, pomelo, sandía, tamarindo, uvas…

Plantas: Bardana, bayas de enebro, caléndula, canela, clavo, escaramujo, especias chai, flor de hibisco, flores de saúco, hierba de San Juan, hierbas provenzales, lavanda, manzanilla, melisa, menta, pétalos de rosa, sasafrás, tomillo, vainilla, zarzaparrilla…

Super alimentos: Agua de coco, aguacate, aloe vera, bayas de goji, bayas maqui, cacao, café, maca, polen de abeja…

Sabores salados: Ajo, beicon, jalapeño, pepino, pimienta de cayena, remolacha, setas, tomate, zanahoria…

Medicinales: Albahaca sagrada, mezclas ayurvédicas, angélica, astrágalo, bayas de schisandra, cúrcuma, ginseng, jengibre, pimienta negra, regaliz…