Toñi Moreno y Rosana, ¿reencuentro a la vista?

Ya estuvieron juntas en el programa de "Bulldog TV" "El concurso del año", un especial de famosos. Aunque Toñi no lo pasó nada bien y hubo que suspender la grabación por los mareos y vómitos típicos del embarazo, una de sus fantasías secretas sería, según me cuenta una persona de su entorno, volver a encontrarse con Rosana en “Volverte a ver”. Como mi fuente es andaluza y algo exagerada, voy a poner esto en cuarentena, para que no se le pongan los dientes largos Carlos Sobera. Al margen de esto, lo cierto es que Toñi sigue locamente enamorada de la cantante canaria.

A Toñi no le ha faltado nunca quien la quiera. Ha roto muchos corazones, pero ahora se ha encontrado con la horma de su zapato. Y es que cuando se dice que Rosana no ha dado todo lo que esperaba de ella se está utilizando un eufemismo muy elegante... La relación que le unía a su pareja anterior estaba cimentada en lazos muy fuertes, actualmente profesionales, que no se han roto del todo.

Me viene a la cabeza el libro ensayo de Carmen Posadas, "El síndrome de Rebeca", que habla sobre la sombra de las relaciones anteriores. Toñi Moreno es una buena persona, tan leal y sincera con sus trabajadores como con sus relaciones, y cuando corta con alguien corta del todo. Ha dado mucho por Rosana. Y de entrada, ella, que nunca fue amiga de airear su vida privada, se vio en boca de todos junto a la cantante de la voz de terciopelo viejo.

Ella, que quiso proteger a Jordi González frente a un Octavio Aceves algo bocachancla, alega que nadie tenía permiso para sacar a otro del armario sin su consentimiento. Así, se vio expuesta a la curiosidad pública de repente.

Siempre ha sido natural, una mujer que transmitía autoaceptación y seguridad en sí misma en todos los aspectos, pero Rosana y ella se convirtieron en las Ellen DeGeneres y Portia de Rossi españolas sin pretenderlo. Toñi lo ha llevado con una enorme deportividad. Rosana, no tanto. Y ello no ha contribuido a favorecer la relación. Igual que promocionó su música en el programa "Viva la vida" haciendo la sintonía del programa, daría un empujón tremendo a su carrera si se decidiera llamar a “Volverte a ver” para pedirle a Toñi, que es muy folclórica en el fondo, que vuelva con ella.

A mucho más renunció Sandra Barneda por Nagore Robles. La presentadora catalana vive un caso parecido al de Toñi, pero es que, además, se ha quedado sin programa, y Nagore presenta ahora "Mujeres, hombres y viceversa". La ruptura de Nagore y Sandra no tiene nada que ver con la de Rosana y Toñi, pero es muy probable que vuelvan a estar juntas. La que fuera pupila del fallecido periodista German Yanke en "Telemadrid" despotricó mucho del corazón y terminó presentado en verano "Viva la vida" y subiendo a las redes fotos con su novia en la bañera.

A Sandra le gustaría ser como Rosana, fuerte y dura, y vende esa imagen, pero no lo es. Se le ha subido algo la fama a la cabeza y la caída puede ser muy pronunciada. Me cuentan personas que conocen tanto a Nagore como a Sandra, las dos con un carácter muy fuerte, que al contrario que en el caso de Toñi y Rosana, como mejor van a estar es cada una por su lado.

Nagore ha despegado hasta “el infinito y más allá” como el cosmonauta de Toy Story, y puede valerse por si misma. Eso no quita para que la Navidad sea una época muy mala, propicia para las reconciliaciones de quita y pon. En el caso de Rosana, el hecho de que su ex pareja vaya a ser madre muy pronto pesa mucho. No habrá presentación oficial de la niña con las dos posando a la puerta de la clínica, porque la niña de Toñi es suya y solo suya. Y, además, no le hacen mucha gracia las historias de hijos de famosos.

Pero es seguro que la va a conocer. Lo que ocurra después, es otra historia. Pero Rosana tiene motivos suficientes para hincarse de rodillas ante Toñi y pedirle perdón si así lo considera y, por supuesto, una segunda oportunidad. Con Sobera delante o sin él.