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Ortega Cano “ningunea” a Antonio Machín
Aunque había confirmado su asistencia al homenaje al gran artista cubano unas horas antes, finalmente el diestro no asistió al espectáculo en el Teatro Amaya: “Es una falta de seriedad”, decían los presentes
Es improbable que José Ortega Cano y Antonio Machín llegaran a verse cara a cara, pero sabemos que el torero es un fan incondicional de las canciones del artista, fallecido en Madrid un 4 de agosto de 1977.
Pues bien, el pasado martes se celebró en el madrileño Teatro Amaya un concierto homenaje al cubano a cargo de otro isleño, seguramente, el que mejor entona los temas del difunto: Johnny Vergara, admirador de su paisano. Y estaba previsto que Ortega presenciara el espectáculo con su mujer, Ana María Aldón, y otras dos personas de su entorno. Esa misma mañana, una persona de su confianza llamó a los organizadores para confirmar la presencia del diestro y sus acompañantes en el teatro. Pero nadie esperaba que una hora y media antes del comienzo el viudo de Rocío Jurado dejara plantado a todo el mundo, excusándose porque, según él, se encontraba enfermo con casi 40 de fiebre.
Uno de los presentes en el Teatro Amaya, de oficio actor, criticaba en “petit comité” el "ninguneo de ese hombre y la falta de seriedad, porque si hoy mismo había confirmado que vendría, no es de recibo la anulación. Me cuesta creer que tenga tanta fiebre, la temperatura corporal no sube tan rápido. Estoy convencido de que como está lloviendo y la tarde es tan desapacible se le han quitado las ganas de salir de su casa”.
Eso sí, a los dos días mandaba un vídeo anunciando que participará en un partido benéfico el próximo 28 de diciembre en el estadio del Rayo Vallecano. El evento está organizado por el relaciones públicas Richy Castellanos, y en él se prevé que colaboren más de cincuenta famosos. Ya intervino el año pasado. Está previsto que en esta ocasión se presente con su mujer y dos de sus hijos.
No es la primera vez que Ortega Cano confirma su asistencia a un acto y no aparece luego, una actitud muy criticada por todos aquellos que censuran su forma de obrar. Lo del teatro fue un jarro de agua fría y un gesto que nadie entendió, a pesar de excusarse con una presunta enfermedad.
Los periodistas convocados al evento acudieron por el reclamo del mediático personaje y se fueron sin conseguir las fotografías que esperaban. Menos mal que Vergara, con su magnífica actuación, disminuyó muy positivamente los enfados. Machín, desde donde esté, seguro que también se sintió ofendido. Los que le conocieron aseguran que su gran humanidad se correspondía con la seriedad en cualquier momento importante de su existencia.
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