Los trajes “crecederos” de Pablo Iglesias

Lunes

Leo que Felipe VI y el vicepresidente segundo del Gobierno casi no cruzaron palabra en el viaje a Bolivia. Hay que ser muy rey para viajar a un país tan republicano acompañado de un vicepresidente tan republicano y no mover una ceja al leer en el periódico las declaraciones previas de su acompañante. Porque justo antes de volar a La Paz, Pablo Iglesias afirmó en una entrevista al diario argentino «Página 12» que «el auge de la extrema derecha o el respaldo generalizado a Felipe VI se deben a la tarea de los grandes grupos de comunicación». Zarpazo al Rey, que pone a la altura de la extrema derecha y, cómo no, a los medios. Menos mal que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que «a ningún Gobierno le corresponde velar por lo que dicen los medios» y nos considera «responsables», porque para Iglesias somos «la mayor amenaza».

Y hablando un poco de todo, es la tercera vez que veo con traje a Iglesias. La primera fue en unos Goya, la segunda presentando los Presupuestos Generales del Estado y la tercera en la toma de posesión del presidente de Bolivia. ¿A que al final le acaban gustando? Se admiten apuestas. Eso sí, que se los compre de su talla, que parece que los lleva de dos más y de prestado, como si fueran trajes «crecederos», de los que compramos las madres a los chicos. Y no, Pablo, no, a tu edad ya no se crece más.

Martes

Resulta que tras la vacuna contra el Covid-19 hay una preciosa historia de amor. Sus artífices son los médicos germano turcos Ugar Sahin y Özlem Türec. Ambos son hijos de inmigrantes y cofundadores de la empresa biofarmacéutica germana BioNTech, nacida en 2002. Se conocieron y enamoraron en un laboratorio y la investigación científica es su pasión. Tanto les gusta su trabajo que el día de su boda trabajaron antes del «sí quiero» y volvieron al laboratorio justo después. Bautizaron su proyecto «Velocidad de la luz», y casi lo han desarrollado con esa rapidez, porque las investigaciones comenzaron a mediados del mes pasado.

Miércoles

Me juran que aunque el ex primer ministro francés y actual concejal de Barcelona, Manuel Valls, asegure que «mi compromiso con Barcelona no cambia y no aspiro a ningún cargo en Francia, pero sí a dar mi opinión», no para de hacerle ojitos al presidente Macrón, que sigue tentándole con distintas manzanas. Susana Gallardo, su esposa, y él ya se han comprado un pisito (más bien pisazo) en París. Ahí lo dejo. La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, anuncia que el Gobierno bajará el IVA de las mascarillas del 21% al 4%... Pero, ¿no había dicho horas antes Adriana Lastra que Italia se «saltó la ley» al hacerlo y que España lo quería evitar? Por cierto, la Montero hizo el anuncio vestida de rojo pasión. Con un vestidito con cuello Mao y trabillas orientales. Nada que ver con aquel otro vestido rojo con el que la vimos hace meses. Me meto en internet para verlo mejor y compruebo que el día anterior iba con otro vestido morado y un pañuelo «animal print» en el cuello para adornarlo y que al siguiente llevaba uno más estampado con encajito asomando por el escote. ¡No repite jamás! No se me ocurre nadie más que tampoco lo haga. Bueno, sí, Isabel de Valois, la tercera esposa de Felipe II, que solo repitió vestido una vez, porque el rey estaba de viaje y no se lo había visto puesto…

Jueves

Descubro que la estrella se llama Lucas. Me van a decir que qué me pasa con los consoladores pero es que... Lucas, según dice la publicidad, «cuenta con una tecnología de doble estimulación, es totalmente sumergible, tiene siete modos de vibración y tres velocidades y está fabricado en silicona hipoalergénica…». Inciden en que se puede usar perfectamente en pareja. ¡Pues menos mal, porque a ver quién es el guapo que puede competir con el tal Lucas! Que sí, que al final baja el precio de las mascarillas a 0,72. A partir del martes, no hagan acopio hoy.

Viernes

El científico catalán de referencia en Cataluña, Oriol Mitja Villar, critica el plan de la Generalitat respecto a la gestión de la pandemia, acusa al coordinador de la Unidad de Seguimiento de la COVID en Cataluña de «frenar» el uso de antígenos y alaba la estrategia de Ayuso. «Nunca hubiese pensado que tendría que felicitar a Ayuso», dice el médico. Me cuentan mis amigos de Barcelona que allí no se habla de otra cosa.