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Rocío Carrasco; ¿tenía una “chuleta” para no olvidar las fechas de la última vez que vio a sus hijos?
La esperada confesión de la hija de Rocío Jurado ha dividido a España. A unas horas del estreno del documental, las redes arden entre los que defienden su derecho a réplica y las críticas más despiadadas.
El papel como madre de Rocío Carrasco, tan cuestionado por su ex marido y por la prensa, es la cuestión más difícil a la que se enfrenta la hija de Rocío Jurado en su polémico regreso a la tele. Pocos entienden que haya roto todo contacto con sus dos hijos y que asegure, 9 años después de distanciarse de su hija mayor, “que le arrancaron de cuajo a sus hijos” de los que se distanció “para evitarles más sufrimiento”.
En la entrevista tratará de explicar esta cuestión que tantas críticas le ha generado y sobre la que empieza a vislumbrarse la luz. En algunos de los fragmentos emitidos en los días previos al gran estreno, hoy a las diez de la noche, se han dado las primeras pinceladas de una dolorosa situación familiar sobre lo que, hasta ahora, no había querido pronunciarse.
La hija de Rocío Jurado, a quién se ha acusado de ser “mala madre” por no ver a sus hijos en años, se defiende de las críticas dejando claro que “Yo si algo me considero en la vida es buena madre porque yo me he puesto por delante de mis hijos siempre, para que a ellos no les rozara ni el aire. Yo he estado malviviendo 20 años con tal de no contribuir al sufrimiento de los niños.”.
Lo que no ocultan sus gestos
Vestida con un traje de chaqueta rosa y visiblemente nerviosa ante las cámaras, la puesta en escena de su “resurrección” mediática y vital, no ha dejado indiferente a la audiencia. Rocío se encuentra sola, sentada ante la periodista, que pregunta: “¿Estás preparada?” y ella, omite la palabra y comienza la cuenta atrás: “”listos, ya”.
Ha tomado la decisión más difícil de su vida y ya no hay marcha atrás. Un cheque millonario, según cuenta Gustavo González, y un contrato con innumerables cláusulas de penalización en caso de echarse atrás, obran el milagro: Rocío hablará de todo lo que ha callado durante décadas. Hablará de su separación de Antonio David Flores, en 1999, tan sólo nueve meses después de la traumática llegada al mundo de su hijo David y todo lo que vino después: una guerra encarnizada en los medios y en los tribunales, la separación de sus hijos, un intento de suicidio y episodios de malos tratos físicos y psicológicos.
Rocío esquiva los trípodes y los centenares de cables diseminados por el suelo del escenario donde tiene lugar la entrevista. Se alza sobre unos tacones que la estilizan y pisa con fuerza el plató. Rodeada de cámaras, que escudriñan el mas mínimo detalle de su rostro, sus gestos, sus ojos, sus manos, sus miradas y su postura. Pero la televisión no es sólo imagen, también el audio está super cuidado. Desde la música elegida hasta sus pausas, sus silencios y la cadencia de su voz, crean una atmósfera mágica. Rocío habla midiendo cada palabra, tomando largas inhalaciones de aire antes de responder a las preguntas más comprometidas y exhala sus respuestas como si fueran largos suspiros.
Se frota las manos como si tuviera frío y es posible, porque la entrevista transcurre en invierno, en un gran plató que sin público, y sin apenas mirones, dado el secretismo con el que se ha llevado el proyecto, no consigue caldearse. Detrás de las cámaras y al lado del director, David Valldeperas, se encuentra Fidel Albiac, su marido.
Las fechas más trágicas de su vida y...¿qué nunca olvida?
“¿Te acuerdas de la última vez que viste a tu hija?” comienza preguntando la periodista. Rocío baja la mirada a sus manos durante unos segundos, antes de decir sí. Sus ojos se posan en una de sus manos y después, exhala un largo suspiro y responde “Sí,”. Hay una breve pausa que le permite volver a mirar la cara interna de su mano izquierda, y afirma :” el 27 de julio de 2012″. “¿Uno de los peores días de tu vida?”-incide la periodista y la respuesta de Rocío es categórica: “Si no el peor”.
“¿Recuerdas la última vez que viste a tu hijo?-continúa la artífice de la entrevista-y de nuevo Rocío se mira la mano izquierda antes de contestar: ”Sí, el 23 de junio de 2016″. Un gesto, el de fijar su mirada en una de sus manos, que no vuelve a repetir cuando amplía su respuesta para dar énfasis a lo importantes que son esas fechas en su vida: “Son dos fechas que no se me olvidan nunca. Ese día le dije que disfrutara mucho de su verano y que en septiembre ya tenía la boda de su madre, que era lo que él quería. Ese día no llegó, no... no dejaron que llegara”.
El 27 de julio del 2012 fue la última vez que Rocío Carrasco vio a su hija mayor, Rocío: “es el peor recuerdo de mi vida” reconoce ella en el documental. De su hijo David, se despidió el 23 de junio de 2016, sin imaginar que no lo volvería a ver después de ese verano. Fechas que asegura que nunca olvida pero que en las redes sociales cuestionan tras analizar en detalle este fragmento de la entrevista. Han sido varios los perfiles de Twitter los que han hecho hincapié en la forma en que mira su mano izquierda en momentos muy específicos de su confesión, concretamente, en el momento que habla de las fechas que no olvida nunca, la última vez que vio a cada uno de sus hijos, acusándola de utilizar una “chuleta” para no confundir las fechas.
Debido a los derechos de propiedad de Telecinco sobre la entrevista no podemos emitir los fragmentos de la misma. Pero haciendo clik en este enlace, podrán juzgarpor ustedes mismos sí,como los usuarios denuncian, Rocío Carrasco se hizo una chuleta en una de sus manos para no confundirse en las fechas o, como mantienen otros, es un gesto que repite a lo largo de toda la entrevista.
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