Nobleza

El regreso (involuntario) de Marta Chávarri: consuegra de su ex

La boda de Isabel Junot y Álvaro Falcó rescata el «affaire» entre sus progenitores que llenaron portadas a finales de los 80 y los 90

PHILIPPE JUNOT Y MARTA CHÁVARRI
PHILIPPE JUNOT Y MARTA CHÁVARRIGtresKORPA

El destino juega sus cartas que a veces resultan tan inesperadas y sorprendentes como el primer encuentro por casualidad de Isabel Junot y Alvaro Falcó en Gstaad, hace dos años. No pertenecían al mismo círculo social. Puede ser que nunca se hubieran encontrado. O también que sus caminos se hubieran cruzado en un futuro cada con sus vidas hechas y matrimonios estables e hijos. En esta ocasión hubo coincidencia astral. Desde su nacimiento, los dos formaron parte de las noticias de sociedad. Él, hijo del marqués de Cubas, y ella de Philipe Junot, primer marido de Carolina de Mónaco y con un currículum amoroso amplio. Se le conocía en París y en la Costa Azul como «el emperador de la noche». Entre sus historias sentimentales estuvieron bellezas oficiales como Giannina Faccio, Sofía de Habsburgo, Victoria Brynner, hija del actor Yul Brynner y Marta Chávarri. La que luego se convertiría en marquesa de Cubas y madre de Álvaro tuvo su romance con el que se convertirá en su consuegro este año.

Ha pasado un cuarto de siglo de aquella historia, cuyo nexo de unión fue Cary Lapique. Junot vivía entre Madrid y París y colaboraba con la empresa inmobiliaria del matrimonio Goyanes, que ahora dirige la hija Carla. La primera imagen robada de la que se convirtió en pareja de moda fue en el restaurante Sacha. Esa noche cenaban en el mismo local parte de la llamada «beautiful people»: Carlos Solchaga, Matías Cortes, Enrique Sarasola, Luis García Cereceda y Felipe González. De nuevo el destino actuó a su manera. El fotógrafo que quería inmortalizar el encuentro entre el presidente y sus amigos se encontró de cara con la noticia del año.

MARTA CHAVARRI DURANTE UNAS VACACIONES EN IBIZA, 2001
MARTA CHAVARRI DURANTE UNAS VACACIONES EN IBIZA, 2001PB / JJS©KORPA

Ese momento, fue el primer encuentro que se pudo fechar. Después llegaron reportajes de ambos en Mallorca, en Marbella y quedaron como amigos. Tiempo después Junot se estabilizó sentimentalmente y se casó con Nina Wendelboe, madre de Isabella y dos hijos más, Victoria y Alexis. Marta ya era noticia por sí misma. Se había divorciado de Fernando Falcó y de Alberto Cortina con el que protagonizó el gran escándalo financiero de los 90. El empresario estaba casado con Alicia Koplpowitz y la irrupción de la bella Marta descalabró el imperio económico del matrimonio. El matrimonio duró lo justo. En junio de 1995 llega el divorcio y un buen acuerdo económico. Una compensación económica de un millón de pesetas mensuales (6.000 euros) más diez millones anuales (60.000 euros) fraccionados. La vivienda del barrio de Salamanca con servicio doméstico y coche con chófer. En este sentido, Cortina fue generoso.

En agosto pasado Marta Chavarri cumplió 60 años y no hubo súper fiesta como sí hizo su amiga Veva Longoria cuando llegó a sus cinco décadas. Tampoco ha participado de los grandes eventos que se organizaban en Madrid, Sevilla o Barcelona antes de la pandemia. En sus años de vino y rosas ella era la protagonista indiscutible. Ni tan siquiera Isabel Preysler pudo rivalizar con ella en aquellos años donde sus amores con Alberto Cortina llegaron a aparecer en la prensa internacional en las páginas económicas. La vida de la que fuera Lady España y una de las mujeres más bellas del mundo social ha sido una noria. Uno de los momentos más difíciles fue cuando, ya de novia de Alberto Cortina, la revista «Interviú» publicó una foto donde aparecía sentada en la discoteca Mau Mau y se entreveía que no llevaba bragas. Solo los pantys.

Marta Chávarri regresa a casa, en Madrid (España), a 26 de octubre de 2020.
Marta Chávarri regresa a casa, en Madrid (España), a 26 de octubre de 2020.Ángel Díaz BriñasEuropa Press

Marta Chavarri eligió hace unos años desaparecer del mapa mediático y han sido contadas las ocasiones en las que ha aparecido en prensa. Vive tranquila en un piso del barrio de Salamanca donde se entretiene pintando. Su vida social se limita a meriendas en casas de amigas de toda la vida que no la traicionan y salidas con sus hermanas. Hace seis años tuvo un accidente doméstico que le desfiguró parte del rostro. Pasó por el quirófano y el resultado -según las amistades- fue muy positivo. Ese percance le produjo un decaimiento emocional del que poco a poco fue saliendo y ella misma así me lo confirmaba: «Estoy feliz y tranquila con mi vida. Me dedico a pintar y a estar con la gente que quiero».