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La ecoaldea sospechosa del príncipe Carlos

Tras las millonarias donaciones del ministro de Catar, ahora se investigan unas viviendas que no se construyeron

El príncipe Carlos
El príncipe CarlosEUGENE UWIMANAAgencia EFE

No hay día en el que Isabel II se acueste tranquila. Cuando no son los duques de Sussex con sus innumerables polémicas, es el duque de York con el caso por abuso de menores que le persigue cada día más de cerca tras la condena a 20 años de prisión de Ghislaine Maxwell, y por si fuera poco, ahora también el príncipe Carlos.

El pasado domingo «The Sunday Times» reveló que el duque de Cornualles percibió entre 2011 y 2015 tres lotes de dinero en efectivo por valor de 3 millones de euros del ex primer ministro y ministro de Exteriores de Catar, Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani, entre otros donativos para sus organizaciones benéficas. Aunque no hay indicios de que se haya cometido una ilegalidad, los donativos en efectivo aumentaron las dudas en torno a la gestión de las organizaciones benéficas del príncipe Carlos, que ha asumido más funciones reales por la avanzada edad de su madre. Un hecho que le ha colocado en el punto de mira, ya que como desvelan medios británicos, un organismo de control investiga ahora a la empresa detrás de la ecoaldea del Príncipe en Escocia.

Más concretamente, la empresa Havisham Properties, está siendo investigada por la compra de 11 propiedades en la urbanización Knockroon, en Escocia, adquirida originalmente como terreno agrícola por el príncipe Carlos cuando compró la mansión cercana, Dumfries House.

El príncipe Carlos junto a la reina Isabel II en Buckingham Palace
El príncipe Carlos junto a la reina Isabel II en Buckingham PalaceHannah McKayAgencia AP

Investigación en curso

Las viviendas, que fueron compradas entre 2012 y 2017 por 1,7 millones de libras, se planificaron originalmente como una villa ecológica destinada a atraer empleos y revitalizar la antigua comunidad minera. Así lo confirmó un portavoz de la Oficina del Regulador de Caridad de Escocia, que aseguró que la investigación «está en curso».

El empresario David Brownlow, que en 2013 fue nombrado fideicomisario de la Fundación del Príncipe que gestiona Dumfries House, ayudó a rescatar al príncipe Carlos del fallido proyecto de ecoaldea después de que solo se construyeran 31 de las 770 viviendas por falta de demanda. Y es que, al parecer, el hijo de la soberana monarca esperaba que el proyecto ayudara a pagar el préstamo de 20 millones de libras que pidió para comprar Dumfries House.

En 2018, después de que Brownlow supuestamente completara la compra de las propiedades no deseadas y renunciara como fiduciario, el príncipe le concedió un honor real en el Palacio de Buckingham, nombrándolo Comandante de la Orden Victoriana (CVO) «en reconocimiento a su papel de presidente de la organización benéfica Fundación del Príncipe para la Construcción de la Comunidad».

Pero mientras el foco mediático se centra en el heredero, fuentes de Palacio tratan de contrarrestar toda polémica asegurando que «ahora» el príncipe no aceptaría donativos en efectivo para sus organizaciones benéficas.