Victoria de Marichalar, sus dorados 22 años

Victoria Federica de Marichalar y Borbón, Vic como a ella le gusta que le llamen es hija de doña Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, sobrina del rey de España. En ella aristocracia y realeza se dan la mano, una condición para la que el adjetivo «privilegiada» se queda corto. Hoy, la sobrina de Felipe VI cumple 22 años y ya ha dado el salto a la fama, es toda una persona influyente en el mundo de la moda, una de sus grandes pasiones. Su belleza, su innata clase, su naturalidad al posar, su refinado estilo y esa elegancia aristocrática que rezuma por todos sus poros, además de sus 180 centímetros de estatura son una conjunción perfecta de factores, inalcanzables para casi todos los mortales, en la que los mejores diseñadores ponen sus ojos. Se la rifan para la presentación de sus colecciones.

No está muy bien asesorada y aún así ha refinado y sofisticado su estilo a la hora de vestir, y se ha hecho unos cuantos retoques estéticos, discretos, que han mejorado muchísimo su belleza facial. No hay más que verla.

Ella se define a sí misma como una chica normal, agradecida por cuanto es y tiene, orgullosa de su alegría y de sus cualidades, a saber, ser una persona leal, empática y responsable, y como a su madre, una de sus personas favoritas, le encanta montar a caballo. ¿Estudia? y trabaja y ha logrado ser independiente durante un tiempo pero, después de disfrutar del verano a lo grande y, aunque su propósito en este cumpleaños es ser más disciplinada con los objetivos que se proponga, probablemente hayan sido más de los que puede asumir porque se ha visto obligada a volver al hogar materno.

Nuevos proyectos

Podemos seguir toda su vida tanto personal como profesional en su Instagram. Medio por el que sabemos que se prepara junto con su amiga íntima María García de Jaime, esposa del también influencer Tomás Páramo, para ser modelo de la firma española Hoss Intropia para su colección de este otoño.

Hablando con gente del gremio me insisten en que están «quemando su imagen» y que hay que guardar mas el misterio que la envuelve para poder firmar menos contratos pero más cualitativos y sobre todo cuantitativos .

De carácter es muy seca, como su padre, y en ocasiones roza la sosería como su madre pero tiene un fondo buenísimo, me comentan los que la tratan con asiduidad. «Es una niña estupenda, pero, como todo el mundo, se deja envolver. Pero aún así, mantiene bastante cordura en lo que quiere que sea su trayectoria profesional. Es consciente de lo que mueve y quiere aprender a sacarle el mejor partido», asegura.

Y por eso sorprendió la actitud que mostró en la cena de gala de Starlite Catalana Occidente cuando coincidió con una grande del cuore, el glamour y la alta sociedad costasoleña como Gunilla Von Bismarck cuando llevaron las dos el mismo estilismo. La diferencia es que Gunilla lo compró y pagó en la tienda de Simona Gandolfi, mujer de Hubertus de Hohenlohe. A Victoria se lo regalaron directamente de la firma. Esta es una pequeña pero gran diferencia. El señorío se demuestra andando porque mientras Gunilla con más años que ella (aunque mantiene cuerpazo ) se lo tomó a risa y con buen humor, cuentan que Victoria estaba indignadísima con la historia. Pienso que un desliz lo tiene cualquiera y que le queda mucho por aprender y yo desde luego le voy a seguir dando la oportunidad de mostrarnos todo lo que es capaz de hacer y aunque esté pesada con este personaje sé que todavía nos va a dar mucho juego. Así que muchas felicidades Excelentísima Señora Doña Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón y que siga cumpliendo así de bien y todos lo veamos.