Patente real
Beatriz y Eugenia de York: por qué seguirán siendo princesas (aunque su padre ya no lo sea)
La patente real de 1917 -la arquitectura legal más relevante en materia de títulos en la nueva monarquía Windsor- las blinda. De momento.

En la Casa Windsor, nada se cae del todo de un día para otro. Ni siquiera cuando el rey decide que sí. La caída definitiva de Andrés -el hijo favorito de la difunta Isabel II- ha sido express para los estándares de Palacio: en trece días, Carlos III abrió y ejecutó un proceso que lo dejó sin títulos y sin honores. El comunicado de Buckingham no podía ser más frío: "Ahora será conocido como Andrés Mountbatten Windsor".
Pero hay una pregunta que se activó automáticamente: ¿y sus hijas? ¿Qué pasa con Beatriz (37) y Eugenia (35), nacidas princesas, conocidas como HRH Princess Beatrice of York y HRH Princess Eugenie of York, hijas del hasta hace dos semanas Duque de York?
Patente rea de 1917
Respuesta corta: no cambia nada. Siguen siendo princesas. Siguen siendo Su Alteza Real. Y la razón está escrita, firmada y sellada desde 1917. Es la Letter Patent de Jorge V: el documento-fundamento del actual sistema de títulos dentro de la familia real.

Ese texto fijó un límite (y un orden): son príncipes los hijos del monarca, los nietos por línea masculina y el primogénito del hijo mayor del Príncipe de Gales. Punto. Los bisnietos no entran -salvo que el rey reinante lo amplíe con nuevas patentes, como hizo Isabel II en 2012 para los hijos de Guillermo y Kate.
Moraleja: el título de princesa de Beatriz y Eugenia no depende de Andrés. Depende de su consanguinidad con el soberano -y de lo que diga el monarca que reine. Y por eso, mientras Carlos III no emita una nueva patente que lo revoque, ellas siguen siendo lo que son.
¿Eso las convierte en working royals? No necesariamente. Tener título no equivale a desempeñar funciones oficiales. Ni a inaugurar hospitales. Ni a abrir sesiones de Parlamento. La monarquía post-2022 es más reducida, más ejecutiva y más controlada (y más consciente del clima social de austeridad británica). La línea oficial es clara: quien no trabaja para la Corona, no representa a la Corona, aunque lleve "princesa" en la tarjeta de visita.
Quién es ahora el duque de York
Y luego está York. El ducado maldito. Andrés dejó de usarlo el 17 de octubre. Pero, técnicamente, sigue siendo duque de York hasta que el Parlamento legisle lo contrario. Si el Parlamento eventualmente lo revoca, hay tres escenarios: que se quede sin titular; que (improbablemente) pase a Harry (segundo hijo varón de Carlos); o que, en un futuro más lejano, lo herede Louis, el segundo hijo varón de Guillermo. Beatriz y Eugenia, por tradición, no entrarían en esa sucesión.

Lo fascinante es esta doble capa: al padre lo borran nominalmente de la fachada institucional, pero ellas permanecen. Son, por ahora, princesas en tierra movediza. Si Guillermo llega algún día al trono, todo este orden puede reescribirse.