"Reconciliación"
Don Juan Carlos vuelve a España el día que Francia lee sus memorias
Un regreso físico y un regreso narrativo que abre un nuevo capítulo en su relación con su propia historia
Este 5 de noviembre está marcado por un gesto que es doble: el Rey Juan Carlos I regresa hoy a España y hoy -precisamente hoy- se publica en Francia el libro en el que él mismo ha decidido ordenar su pasado: "Reconciliación". Se leerá primero en francés. La edición española llegará en unas semanas.
No es una aparición improvisada: es un retorno sobre coordenadas que él mismo ha elegido. Ha aterrizado a media mañana en Vigo -su refugio gallego, su punto de tierra firme emocional cuando viaja desde Abu Dabi- y se aloja en Sanxenxo, en casa de su amigo Pedro Campos. Allí, volverá a encontrarse con la prensa española en un día que, inevitablemente, es simbólico: su libro ya está circulando fuera, y él vuelve a pisar territorio propio.
Vigo, su refugio gallego
"Reconciliación" no es un libro menor. Son 512 páginas escritas con la periodista e historiadora francesa Laurence Debray, tras tres años de trabajo conjunto, cuando el Rey padre está a punto de cumplir 88. Tres años en los que el rey que gobernó 39 años ha reconstruido -con la distancia que dan los años y la serenidad de la isla de Nurai- episodios que han marcado su biografía pública y que han definido la conversación española.
El Rey dice con claridad algo que se había insinuado pero nunca formulado así: se fue a Abu Dabi para no dañar el reinado de su hijo Felipe VI. "Me fui para no molestar a mi hijo", escribe. La abdicación de 2014 abrió un cambio institucional que no fue sólo jurídico: fue emocional. Y Juan Carlos narra -desde dentro- el golpe íntimo que supuso sentirse apartado: "Fue un golpe doloroso como padre. Me sentí solo frente a los ataques mediáticos".
Ese pasaje, leído hoy, en el día de su regreso, resuena. Y hay otra página que ya ha provocado titulares: la Reina Sofía. "Nada podrá borrar nunca mis profundos sentimientos hacia mi esposa Sofía. Mi reina, incluso a pesar de algunos deslices. Sigo muy unido a mi mujer, que conserva toda mi admiración y mi afecto. No hay nadie igual en mi vida".
Juan Carlos explica también su matrimonio -Atenas, 1962- como una alianza vital con dos religiones y dos países. Y recuerda el precio personal de Sofía (la renuncia al trono griego, la conversión al catolicismo) para ser Reina de España. Es -inevitablemente- un párrafo que coloca a Sofía en el centro moral de su memoria.
El libro también delimita fronteras: reconoce "desvíos sentimentales" pero niega la mayoría de infidelidades que se le han atribuido. "La mayor parte de las relaciones extraconyugales que se me atribuyen son totalmente ficticias", escribe. Y se detiene en los rumores de hijos ilegítimos: "Tuve que contratar a un abogado para defenderme de esas acusaciones. A la prensa le gusta hablar de manera fantasiosa".
Hoy, él pisa de nuevo suelo español. Y lo hace el mismo día en el que su relato deja de ser un rumor editorial y se convierte en objeto físico y público: un libro en una librería parisina. Es un regreso que no tiene agenda institucional. Es un regreso "narrativo": el hombre que se fue hace cinco años presenta hoy -desde fuera- su propia versión.