Trooping the Colour
Kate Middleton, mimada por Guillermo y Carlos III con estos gestos de complicidad
La princesa de Gales se ha sentido muy arropada por su marido y su suegro durante el Trooping the Colour, su regreso tras meses retirada
Por fin ha llegado una de las fiestas grandes para el Reino Unido, con la celebración del Trooping the Colour. Una festividad en la que se homenajea al rey Carlos III de Inglaterra, pero que en esta ocasión ha sido más unos faustos orquestados por el regreso triunfal de Kate Middleton a la esfera pública. La princesa de Gales ha estado retirada durante 170 días y ha elegido esta importante cita para su suegro para ser el centro de todas las miradas. La preocupación en su pueblo por su delicado estado de salud ha causado ríos de tinta estos últimos meses, pero también se ha hecho evidente que ha existido la misma preocupación de puertas para dentro, por parte de su propia familia. Su marido, el príncipe Guillermo, se ha enfrentado en numerosas ocasiones a las incómodas preguntas sobre el estado de su esposa, a lo que salía airoso diciendo “está bien”. Pero en realidad se le ha notado tenso en muchas de esas ocasiones, pues sus pensamientos están puestos en que su mujer recobre la salud.
Algo que se ha podido comprobar también en la Trooping the Colour, que ha servido como escenario festivo para la reaparición de Kate Middleton. No solo en el público se ha notado el cariño que la tienen, sino también su marido ha tenido varias ocasiones para demostrar dónde debe estar. Además de su papel institucional como heredero al trono británico, también ha demostrado defender su papel personal como esposo y padre de familia numerosa. Un gesto que no es solo de cara a la galería, entre constantes rumores de crisis matrimonial e incluso infidelidades surgidos estos meses convulsos. Pero si de gestos va la cosa, este sábado ha estado plagados de ellos para demostrar que su vínculo se ha visto fortalecido ante la adversidad y que son una familia feliz y normal, más allá de su condición real.
El primero de ellos se ha producido cuando los príncipes de Gales han llegado juntos en la parte trasera de un vehículo oficial. Les acompañaban sus tres hijos, en ese momento con el rictus serio, seguramente aleccionados por lo importante de la jornada. Después el protocolo mandaba al príncipe Guillermo ir a lomos de un caballo, opción que podría adoptar también su padre, que prefirió acompañar en el carruaje a la reina Camilla, pues también se encuentra convaleciente de su propia lucha contra el cáncer de próstata. Pero donde han tenido lugar la gran mayoría de atenciones hacia Kate Middleton ha sido cuando la familia al completo ha completado el recorrido y ha saludado desde el balcón. Un momento que se ha tenido que retrasar a consecuencia de la lluvia, aunque en Londres siempre entra en los planes.
Durante el breve momento en el que los Windsor han permanecido a la vista de los allí congregados, han dejado buena muestra de cómo están el ambiente entre ellos. Los primeros en aparecer fueron los reyes, para después entrar los príncipes de Gales y sus tres hijos. Kate Middleton se puso junto a su suegro, Carlos III, con el que ha estado charlando durante todo el momento que ha durado el espectáculo aéreo. Una prueba más de la buena relación que mantienen, que se ha debido de intensificar al coincidir en la lucha contra el cáncer al mismo tiempo. Aunque son muchos los que consideran que esta posición era estratégica y que desde palacio se quiere dar una imagen de normalidad frente a la enfermedad.
Mientras tanto, el príncipe Guillermo se mostró especialmente atento con Kate Middleton, a la que buscaba con la mirada en numerosas ocasiones. Trataba de comprobar si se encontraba cómoda ante el esfuerzo de hacer un alto en su recuperación para exponerse de tal forma al mundo. Además, también controló en todo momento que sus hijos no se desmadrasen demasiado con sus ocurrencias, como así sucedió el año pasado.
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