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Entrevista

Ana Locking: “Mi prenda fetiche es el arnés de cuero”

La diseñadora muestra en LA RAZÓN su lado más personal y divertido

Ana Locking, diseñadora
Ana Locking, diseñadoraCedida

Ay, por favor, ¡que hice una mala crítica a Ana Locking! Y lo peor, que no me acuerdo. O sea, cómo debió de ser de gratuita y sin fundamento para no acordarme… Prometo que he buscado la ofensa porque, en mi memoria, siempre creí amar a Ana y no en silencio, y no la he encontrado. Pero si ella lo dice, premio Nacional del Moda, así será. Qué bochorno. En cualquier caso, con ustedes, una sabia damnificada por mi estulticia: Ana Locking.

-Confiese, a Ken lo vestía con la ropa de Barbie…

-Cariño, siempre he sido #TeamNancy… Cuando yo era pequeña aquí sólo había llegado el diábolo.

-La falda de tablas y el jersey de pico azul del uniforme, ¿le causaron algún trauma?

-El feísmo como estética siempre me ha atraído, estaba preparada… Lo malo es el trauma que ha dejado al resto de la sociedad, eso es innegable.

-¿En su armario puedo encontrar una bota de montaña y un anorak verde hoja?

-¡¿Perdón?! En mi armario puedes encontrar hasta el oro de Moscú, pero unas botas de montaña, no.

-¿Ha nacido adelantada a su tiempo?

-Mi nacimiento se adelantó dos semanas, con eso te lo digo todo.

-Jurado en ‘Drag Race’... ¿Cuáles son los ingredientes perfectos de una drag más allá de la lentejuela y el glitter?

-La personalidad y una historia que contar. Ah, ¡y un buen pelucón!

-¿Se puede ser drag con falda a media rodilla y uña corta?

-El Drag ha evolucionado mucho. Ya no se puede hablar de un prototipo de drag: hay muchos, muy diferentes y maravillosos. Ahora, entra en juego la identidad de género y empujar los límites del cuerpo hacia otros lugares, lo no normativo… El drag es una expresión artística y, como tal, está en plena evolución y libertad.

-¿La vida de se ve de otra manera bien subida a una plataforma?

-Desde luego, cuando te subes a un tacón tu perspectiva siempre cambia, te da cierto «poder». Debería ser recetado por la Seguridad Social.

-Su participación en el programa ha sido una revelación. ¿Una victoria de la vida después de un momento chungo de salud?

-El año pasado fue muy duro para todes, pero yo me siento afortunada porque, dentro de lo malo, tuve un final feliz. Y tras la recuperación, recibo el Premio Nacional de Moda 2020 y entro a ‘Drag Race’, una victoria con una foto finish para enmarcar.

-Esa prenda y ese diseñador que usted jamás ha entendido…

-Lo que no entiendo es el concepto arrogante de algunos diseñadores de «hacer a la mujer bella» como si las mujeres fuésemos feas sin su toque de bisturí.

-¿Su prenda fetiche?

-Un arnés de cuero.

-¿Le afectan las malas críticas?

-Hubo una crítica de un desfile que me hiciste en el 2010, que no me gustó nada, pero vamos… que ya se me ha olvidado (ríe).

Ana Locking con Los Javis en 'Drag Race España'
Ana Locking con Los Javis en 'Drag Race España'Roberto GarverRoberto Garver

-¿Cuál es la mayor estupidez que se ha dicho de usted y no le ha apetecido desmentir?

-Que se puede empezar a hacer drag a los 58… y claramente lo digo por la edad.

-Ese look, imagen, prenda que le hizo decidirse por ser diseñadora.

-Creo que por mi vecina Manoli, de niña pasaba las tardes en su casa viendo cómo se maquillaba, peinaba y vestía. Mi madre, modista, influyó mucho, pero la semilla la plantó Manoli.

-La moda es…

-La ropa es ropa, pero siempre hay algo más. Con la moda puedes contar historias, transmitir emociones o solo hacer prendas. Para mí, la moda es el vehículo con el que expresarme. Todo ello, en un constante esfuerzo por sofisticar la realidad.

-¿Y la tele?

-La tele es por momentos una auténtica Caja de Pandora y otras el Arca de la Alianza. Es el electrodoméstico estrella de la casa, junto al Satisfyer.

-¿Por qué los hombres realmente interesantes no resultan nunca sexys?

-Una persona que no me resulta interesante, no me va a resultar sexy nunca.

-¿Qué es lo que más le chifla y lo que más le amuerma del amor?

-Tenerlo y disfrutarlo. Lo que más me amuerma, banalizarlo.

-¿Es de amar o de que le amen?

-Mi visión del amor es que sea una cosa de dos. Bueno, depende del tamaño de la cama.

-Si tuviera un hijo y se pusiera calcetín ejecutivo y castellano, ¿qué le diría?

-Eso no va a ocurrir, ninguno de los dos casos.

-Dicen que si uno quiere dedicarse al porno, el nombre artístico se consigue uniendo el nombre de su mascota con el de su calle, ¿cuál sería el suyo?

-Pues es que no tengo mascota… Me temo que queda oficialmente frustrada mi incursión en el mundo del porno.