Maradona, de la «eternidad» a la «paternidad»

El 25 de noviembre de 2020 Diego Armando Maradona fallecía a los 60 años por una parada cardiorrespiratoria, víctima de sus múltiples achaques de salud. Al tiempo que moría el hombre y nacía el mito, se abría una batalla sin cuartel entre sus herederos reconocidos –y otros por reconocer– para disputar su herencia. A los 5 hijos reconocidos: Dalma (34), Gianina (32), de su primera mujer, Claudia Villafañe, Diego Jr (35) nacido en Nápoles fruto de su relación con Cristina Sinagra, Jana (26) dada en adopción, y Diego Fernando (8) reconocido tras un «affaire» con Verónica Ojeda, se suman hoy otros seis jóvenes más que libran una batalla en los juzgados por ser filiados como hijos del futbolista argentino.

Según Matías Morla, amigo íntimo de Maradona, son Joana y Lu (21), dos gemelas nacidas de una supuesta relación de Maradona con Adonay Fruto, y Javielito (21), de otra madre. Según Morla, « Diego tenía previsto reconocerles legalmente en su próximo viaje a Cuba», algo que no sucedió. Santiago Lara (19), un joven argentino de La Plata del que se desconocen más datos, es otro de de supuestos hijos del delantero argentino.

La próxima semana tendrá lugar la primera de las demandas de filiación interpuestas contra el astro argentino que no pudieron resolverse en vida. Se trata de una demanda de dos jóvenes, Magalí Gil y Eugenia Laprovíttola, ambas de 25 años e hijas de distinta madre, que coinciden en reclamar la paternidad del futbolista. Tras una primera toma de declaraciones, que se celebró con los abogados de los herederos y las implicadas de forma remota, el 14 de diciembre comienza de forma presencial el juicio donde se llevará a cabo la toma de muestras de ADN para su cotejo. Para ello se utilizarán seis muestras de sangre guardadas, que se tomaron de Maradona tras su muerte en previsión de este tipo de demandas. Se trata de «ADN directo del fallecido que se puede guardar durante cuatro años», según señalaron fuentes de la Fiscalía de San Isidro, del distrito de La Plata, encargada del caso. Pero, ¿qué ocurriría si alguien reclamase la paternidad del futbolista argentino después de esos cuatro años? Para ello, aparte de las pruebas de sangre, la Justicia encargó una tarjeta FTA (Flinders Technology Associates), una tarjeta de ADN a partir de celulosa y algodón que desnaturaliza las proteínas y protege el ADN, permitiendo la identificación molecular sin el riesgo de contaminación que produce el paso del tiempo. El deseo de la familia de resolver la demanda cuanto antes ha hecho que Lili, hermana de Maradona, y Diego Fernando, uno de los hijos reconocidos, se hayan presentado voluntarios para cotejar con las jóvenes su ADN.

Demandas de paternidad

La demanda de paternidad jugó un papel importante en el retraso en los funerales del futbolista. La cremación tuvo que ser anulada debido a que la Justicia argentina decretó que su cuerpo «debía conservarse al menos 5 días» hasta completarse los análisis forenses necesarios para resolver la filiación pendiente. Una de las demandantes, Magalí Gil, es una joven adoptada que reclamó su filiación en 2019, después de que su madre la contactara para advertirle que su padre «podría ser Diego Maradona». Pese a las críticas, Magalí defiende que se trata de un «derecho universal» saber si Maradona es su padre biológico o no».