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De la chistorra para doña Pilar a las compras de Villacís

El mercadillo solidario de Nuevo Futuro arrancó ayer en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo en la que es su edición 51. Estará abierto hasta el domingo

Begoña Villacís fue la invitada estrella de la jornada inaugural y aprovechó para mirar algo de ropa para su pequeña Inés / Foto: Rubén Mondelo
Begoña Villacís fue la invitada estrella de la jornada inaugural y aprovechó para mirar algo de ropa para su pequeña Inés / Foto: Rubén Mondelolarazon

El mercadillo solidario de Nuevo Futuro arrancó ayer en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo en la que es su edición 51. Estará abierto hasta el domingo.

yer sábado, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís y su bebé, Inés, inauguraron la 51 edición del Rastrillo de Nuevo Futuro. Villacís aprovechó la compañía de su pequeña para comprarle ropita, porque ya se sabe que a veces el apretado horario de los políticos es incompatible con la conciliación familiar. Luego se tomó el aperitivo en Vistalegre, mientras que la infanta Pilar hizo lo propio en el Rincón del Gourmet. Fue ponerle la chistorra delante y aparecer dos de sus nietos: Luis, el hijo de Beltrán y Laura Ponte, y María Sastrón, hija de Simoneta. Nada más saludarse, la abuela ya les soltó un «oye, venga, que aquí se viene a trabajar, volver al bar que hoy hay mucha gente».

Los nietos de la infanta Pilar, ex cuñadas e hijos son parte de los 1.200 voluntarios que atienden los 61 puestos de restauración, ocio, artesanía, ropa, decoración, regalos, muebles y productos gourmet del Rastrillo. Esta edición cuenta con nuevas incorporaciones, como el puesto con ropa de Benetton que atiende la propia Cristina Benetton (tiene jerséis de cachemir por 30 euros), el de Perú, con unos pisco sour tan espectaculares que crean colas. Lo mismo pasa con el de las Carmelitas Samaritanas de Valladolid, que se han traído sus ungüentos de árnica para los dolores articulares y veneno de abeja para las molestias musculares.

El Rastrillo estará abierto, como es habitual, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid hasta el 24 de noviembre y se espera que lo visiten más de 22.000 personas. Este mercadillo benéfico es una parte importante de la financiación de los hogares que la fundación tiene abiertos en España. Solo el año pasado, Nuevo Futuro proporcionó un techo a 1.358 menores.

Por eso mismo, los niños son una parte especial en el Rastrillo. Para ellos se ha diseñado Superfuturo, un espacio que funcionará las tardes de sábados y domingos. Entre la programación se incluyen talleres de experimentos científicos organizados por Mad Sciencie, clases de manualidades, talleres de cuentos impartidos por la autora de libros infantiles Paula Torres, clases de cocina y de confección de arreglos florales. Para los adultos, mañana lunes a las 17:00 horas se disputará un Campeonato de Rummykub en el puesto del Mesón de Fuencarral. Y grandes pequeños tendrán todos los días la posibilidad de merendar chocolate con churros en el Rincón Gourmet. Para ello han encargado más de 900 churros por jornada a la madrileña Churrería El Valle.

Aprovechar para hacer compras en este Rastrillo es contribuir a la inmensa labor de Nuevo Futuro, una entidad que acoge a menores de entre cero y 18 años que están a cargo de las administraciones públicas porque sus padres han perdido su tutela. Su labor se remonta a 1968 y desde entonces ha proporcionado asistencia a más de 9.000 menores. Para ello dispone de un amplio equipo formado por casi 6.000 personas. Cuenta con 116 hogares y centros de acogida repartidos entre España, Portugal, Colombia, Santo Tomé y Príncipe y Perú. En nuestro país gestionan 1.300 plazas, lo que la convierte en la entidad privada con más menores tutelados en acogida.