Opinión
El diario de Amilibia: El Apolo, eterno viajero
Más adelante quizá se anime a viajar al espacio en uno de los cohetes de Elon Musk
Leo: “El presidente da la espantada con cinco viajes al extranjero en pleno acoso judicial”. Ahí está: cinco viajes internacionales en poco más de tres semanas. En la India ha vivido un baño de masas, con recorridos de honor en coches descapotables decorados con flores. Encima le regalaron un retrato hecho por una joven india como muestra de cariño, fervor, admiración y respeto. Bien es verdad que en el cuadro se parece a Toni Cantó, pero eso no resta valor al fino detalle. En la India le han echado tanto incienso que ha vuelto en olor de santidad. Cómo no va querer viajar y escuchar vítores y aplausos en lugar de abucheos. Cuentan que mientras por allá le arrojaban pétalos de rosas y por aquí caía el Diluvio, comentó extasiado a su equipo: “Debería quedarme a vivir aquí”. Y la Bego vestidita en plan Hare Krishna.
Le está cogiendo tanto gusto a los viajes, a ver lo bonita que es España desde lejos, que dentro de nada se irá a uno de esos cruceros de lujo que dan la vuelta al mundo y se tirará fuera más de un año. En cada ciudad o lugar donde atraquen lo recibirán con música y agasajos, y así, de puerto en puerto, se dejará atrapar por el dulce encanto de gobernar España sin estar en España, estilo Puchi en su Waterloo. Para aliviar la espera hasta 2028, más adelante quizá se anime a viajar al espacio en uno de los cohetes de Elon Musk, y así añadirá a sus placenteras experiencias la sensación de pensar decretazos mientras flota libre de la ley gravedad, que es una de las pocas que le quedaba por burlar.
Ha dicho sobre el “caso Bego”: “El tiempo pondrá las cosas en su sitio”. El tiempo, Apolo de la Moncloa, también envía gotas frías…
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