Informe
Olga Moreno fracasa en su último proyecto mediático
Hablamos con una experta que analiza su trabajo
Parece que el foco mediático se ha desviado estos días hacia Marta Riesco, la nueva pareja de Antonio David tras su sonada ruptura de Olga Moreno. Aunque fue la andaluza quien, en un principio, ocupó la primera plana, hace tiempo que su nombre no suena en la prensa del corazón. Lo último que se conoce es que se sometió a una intervención estética, una lipoescultura que se practicó junto a Rocío Flores, con quien sigue manteniendo una excelente relación. Desde entonces, la empresaria parece estar ‘desaparecida’, y ni siquiera ha asomado la cabeza por sus redes sociales, recientemente estrenadas.
Aunque su tienda de ropa ya contaba con un perfil en Instagram, no fue hasta hace dos semanas cuando Olga Moreno por fin se decidió a registrar una cuenta personal en la misma plataforma digital. Algunos medios apuntaron a que la andaluza podría estar interesada en desarrollar su faceta como influencer, un nuevo reto que podría reportarle sustanciosos beneficios, pero lo cierto es que, hasta ahora, la empresaria se ha topado con un estrepitoso fracaso. Aunque su número de seguidores empezó a crecer como la espuma poco tiempo después de estrenarse en la red social, a día de hoy se ha estancado en poco más de 70.000 usuarios.
Además, el contenido que, de momento, la ganadora de ‘Supervivientes 2021′ ha publicado, no invita a pensar que pueda llegar a convertirse en una influencer de referencia. Al menos, así lo considera una experta en redes sociales y marketing digital con la que LA RAZÓN se ha puesto en contacto: “Las fotos que ha subido no son nada en especial, nada del otro mundo. La siguen porque es famosa, no porque sus publicaciones sean buenas. Además, los pies de foto que pone, son muy del 2005″. De seguir así, la andaluza lo tendrá complicado a la hora de crear un sentimiento de comunidad en sus seguidores.
“Tiene un engagement rate (porcentaje de usuarios que interaccionan en su cuenta) irrisorio para todos los seguidores que tiene. Si Olga Moreno no empieza a crear contenido, va a ser complicado que logre fidelizar a sus fans”, explica la experta consultada por este medio. En el extremo opuesto se encuentra Rocío Flores, que en poco más de un año ha conseguido consagrarse como toda una influencer, gracias, en parte, a la ayuda de su esquipo, formado por su representante, Agustín Etienne; e Irene Valls, una conocida brand manager.
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