Repaso
La crónica de Marta Robles: Orgullo Pantojil, balas y memoria de la transición
«No se habla de otra cosa: ¿Salió Isabel Pantoja del armario en su discurso del Orgullo? ¿Y a quién le importa…? Y murió Ivana Trump, con la que Donald no se llevaba»
Lunes
Conmoción generalizada al comenzar la semana. ¿El motivo? ¿Tal vez el calor que ya avecinaba las insufribles temperaturas? No. ¿Quizás Putin y sus amenazas sobre el gas y lo que puede suponer para Alemania y para el resto de Europa frente al propio calor y más tarde frente al frío? No. ¿La crisis que avanza a pasos agigantados y que se supone aterradora? Tampoco. ¿Entonces? La conmoción la provocaba el recuerdo de las palabras de Isabel Pantoja en su discurso del Orgullo, que nadie sabía, ay, si eran una salida del armario o no: «Yo soy una más de ustedes. Hoy y siempre», soltó la tonadillera, dejando al personal tan extasiado como si hubiera expuesto una de las 17 ecuaciones que según el matemático Ian Stewart cambiaron la historia. ¿Será lesbiana Isabel? ¿Bisexual? ¿O simplemente empática? Gran tema al que yo le respondería con las palabras de esa gran filósofa de la Movida llamada Alaska: «¿A quién le importa?»
Martes
Actuación estelar de ese político independentista que le ha cogido gusto al escenario parlamentario y que se llama Rufián. Rufián se siente tan cómodo en Madrid y lo pasa tan bien en el hemiciclo, que se monta unos teatros curradísimos. El último, el de las balas… Frente a los diputados y con la mirada desafiante de un Clint Eastwood de barrio, el dirigente de ERC sacó del bolsillo de su chaqueta, una a una, tres balas y las colocó con ostensible contundencia sobre el atril. «¿Sabe qué son?», dijo dirigiéndose al presidente del Gobierno. «Son balas que ha recogido mi compañera en la frontera de Ceuta y Melilla con las que mataron a 27 personas», ha dicho tras sacar los cartuchos de su bolsillo de la chaqueta. Plas, plas, plas…Momentazo conseguido. Ya lo sabía él, que después siguió, como si nada, criticando el aumento del gasto en Defensa acordado en la pasada Cumbre de la OTAN…?
Miércoles
Uno de los más exclusivos clubes de toda España, el de La Moraleja, en Alcobendas (Madrid), vive una «auténtica situación de pánico»: una escort escandaliza a los socios que se encontraban en la piscina ¡al quitarse la parte de arriba del bikini! A partir de ahí, llamada de atención, un video con enfado y violencia por parte de ella y desidia por la del conocido empresario al que acompañaba. A él qué le importaba? Al igual le cuesta la expulsión del club tres años. Vaya. A ella, le ha costado tristeza, vergüenza, angustia… «yo estaba con el cliente…», ha declarado tras confesar que lloró mucho. A alguien le hará gracia. A mí me dan ganas de llorar también.
Jueves
Traslada Mertxe Aizpurua, la portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, su «pesar» por el sufrimiento padecido por todas las víctimas… Es de agradecer que lo haga, pero, sintiéndolo mucho, me niego a aceptar que las víctimas sean TODAS las que ella considera que lo son. No creo que los miembros de ETA muertos «en combate» sean víctimas. Son verdugos caídos. Asesinos que tras matar o sin haber llegado a hacerlo, cayeron ante sus posibles víctimas. Y como sé que buena parte de este país que vivió el terror en democracia, piensa lo mismo que yo, me indigna pensar que sea Bildu quien reescriba la historia de España en esa Ley de Memoria democrática, que encima se tendrá que estudiar en la ESO, de donde han borrado buena parte de nuestro pasado, pero donde quieren incluir estos episodios reescritos por un puñado de independentistas vascos a los que Pedro Sánchez ha convertido en Dios. No olvidemos que son muy pocos y que si tienen el poder que tienen es por la ley D’Hont y porque Sánchez necesitaba socios a cualquier precio… Que sean precisamente ellos, con sus criterios sesgados, quienes dirijan la revisión de nuestra historia.
Viernes
Muere Ivana Trump, la primera esposa de Donald, la rubia madre de sus hijos que revolucionó la sociedad norteamericana y convirtió a su esposo en un personaje del papel couché. Con una vida de película, fugada de la Checoslovaquia comunista, gracias a un matrimonio de conveniencia con un deportista, trabajó como modelo en Canadá y conoció a Trump en un viaje a Nueva York. Juntos formaron un tándem imbatible en las revistas del corazón. Durante su matrimonio pasó de todo. Negocios, fortuna, ruina, celos de la amante de Trump, que luego se convertiría en su segunda esposa… Los dos se casaron dos veces más. Pero antes, su divorcio fue sonado, con acusaciones de todo tipo por parte de ella y unos cuantos millones como solución. «No te enfades, quítaselo todo» era una de sus frases favoritas. Ivana a muerto, se supone que de manera accidental , a los 73 años. Y Trump la alaba en un comunicado.
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